Todos tenemos un Primo en Nueva York

Tres jóvenes españoles triunfan reinventando la experiencia de viajar a la Gran Manzana con una empresa que espera facturar este año su primer millón de dólares

Todos tenemos un Primo en Nueva York abc

maría cuesta

Esta no es una historia de jóvenes que tuvieron que dejar España para ganarse el pan. Es una historia de jóvenes que tuvieron que dejar España para ganarse el pan y en ese viaje se reinventaron, aprendieron, crecieron y, después, volvieron a casa, a su país, montaron un negocio y ¡triunfaron!. Los protagonistas son Javier Martín de Frutos, su mujer, Blanca Regalado, su hermano, Alberto, y «La casa de mis primos» , su empresa de alojamiento «para sentirse como en casa» en Nueva York.

A finales de 2008, con la crisis de las hipotecas basura (las llamadas «subprime») en su máximo apogeo, Javier, arquitecto, y Blanca, fisioterapeuta, se mudaron a la Nueva York tras conseguir Javier una beca para ampliar sus estudios. Llegó el verano, e hicieron «lo que hacen todos los extranjeros en esta ciudad, mandar un mail a los amigos para alquilar nuestro apartamento durante el tiempo que íbamos a estar fuera», explica Javier. «La respuesta fue espectacular», recuerda. Era el germen de lo que hoy es www.lacasademisprimos.com , aunque aún necesitaría tiempo para convertirse en realidad.

Dos años después de aquello, el matrimonio decidió mudarse a San Francisco, tras lograr Javier una beca Fulbright. Alberto, su hermano, acababa de terminar entonces la carrera y también había conseguido una beca de postgrado para seguir estudiando en Estados Unidos. Juntos en el mismo punto del mapa, decidieron lanzarse y montar un negocio con el que atender a todos aquellos viajeros que, como sus amigos, «quieren visitar la ciudad neoyorkina y sentirse como en casa de su primo».

Así nacieron dos empresas, una con sede en Madrid y otra con sede en Nueva York que, desde 2012, alquilan apartamentos privados a turistas y, -«ahí está la clave»- los tratan como si fueran de la familia. «Somos personas que gestionamos a otras personas, no una web de contratación 'on line', siempre hay alguien al otro lado del teléfono para ayudarte, puedes venir a vernos... Nuestro lema es que ‘estamos contigo antes, durante y después’ del viaje», explica Javier.

Todos los apartamentos se encuentran en el corazón de la Gran Manzana, son confortables y tienen «vida». «Cada uno de ellos cuenta la historia particular de sus dueños, neoyorquinos de nacimiento o de corazón, cosmopolitas y sofisticados. Cada detalle del apartamento dibuja un mapa emocional, transmitiendo qué es ser un local, algo que permite a los Primos Viajeros disfrutar de una experiencia auténtica e inolvidable», relata Javier.

¿Que más ofrecen los Primos? «Los servicios de un hotel y la hospitalidad de tus primos favoritos: como si fueras de la familia, te damos nuestras mejores recomendaciones para preparar tu viaje. A tu llegada: te recibimos en el aeropuerto, te enseñamos el apartamento y el barrio personalmente, te proponemos 'tips' únicos cada día a través de WhatsApp y resolvemos cualquier duda que puedas tener mientras visitas la ciudad, además podrías contratar nuestros “Superplanes” ».

El desenlace de esta historia no podía ser otro que un final feliz. Las cifras hablan solas. En 2013, facturaron 337.500 dólares y viajaron con ellos 785 personas. Un año después, los viajeros prácticamente se habían duplicado (1.450) y la facturación había crecido hasta superar los 600.000 dólares. Las previsiones para 2015 mantienen esta tendencia y apuntan a que la facturación en reservas de apartamentos superará los 850.000 dólares, a los que habría que añadir otros 140.000 por los súperplanes, con lo que llegarían a la cifra mágica del millón de dólares. Esperan atender a 2.500 viajeros.

Nuevos socios

Pero Javier reconoce que saber gestionar el éxito puede ser tan importante y complejo como alcanzarlo, y por ello los tres socios buscan ahora ayuda para terminar de asentar los cimientos de su empresa. "Nuestra idea, es a lo largo del siguiente año, vender una parte pequeña de la empresa para poder escalar nuestros productos y hacerla global en más ciudades y con clientes de todo el mundo. Estamos en contacto en EEUU con Sequoia Capital y con Union Square Ventures para posibles ampliaciones de capital", explica Javier.

... y moraleja

Los protagonistas de esta historia de éxito se empeñan en recalcar "con humildad" que su "gran suerte" fue poder salir de España para aprender. Pero, ¿por qué en nuestro país escasea el espíritu emprendedor? ¿Por qué no hay más casos como el de Javier, Blanca y Alberto? Ellos lo tienen claro. "Vivimos en una cultura que no fomenta el liderazgo empresarial. Nuestra educación ha tenido como pilares valores que promueve ser empleado, no emprendedor, premiando cualidades y aptitudes que no siempre sirven a la hora de crear un nuevo negocio. En situaciones de crisis como la que vivimos, es necesaria una gran flexibilidad, fortaleza y creatividad para saber usar todos nuestros dones y talentos para reinventarnos, encontrar y crear nuevas oportunidades. Creo que este marco de revisión y autocrítica está promoviendo que muchos jóvenes empiecen a ver en ellos, en su liderazgo y su determinación la mejor solución a su situación", zanja Javier.

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