La vuelta al crecimiento suavizó en 2013 las desigualdades entre los españoles

La destrucción de empleo disparó las diferencias durante los peores años de la crisis

La vuelta al crecimiento suavizó en 2013 las desigualdades entre los españoles máximo

y. g. / j. t.

En año electoral la desigualdad marca la agenda política. Así lo demostró el Debate sobre el Estado de la Nación que se celebró la semana pasada, durante el que la mayoría de los grupos de la oposición reprocharon al Gobierno el empeoramiento de la inequidad entre los españoles.

A pesar de la gran erosión social sufrida durante la recesión económica, los datos apuntan a la estabilización de las desigualdades en 2013 según los principales indicadores. En 2013 el índice de Gini, referencia para medir la inequidad de ingresos, dejó de subir por primera vez a lo largo de la crisis. Si en 2012 era de 35 -siendo 0 una sociedad igualitaria y 100 que una sola persona recibe toda la renta de la economía- en 2013 fue del 33,7.

Este freno de la desigualdad se muestra en otros indicadores como la tasa de riesgo de pobreza o el índice 80-20 (ver gráficos adjuntos). Aún así, el índice de Gini todavía no se ha acercado a los niveles precrisis ni se ha recuperado la media continental, del 30,5 en 2013. Entre 2008 y 2012, España fue el segundo país de la UE en el que más aumentó la desigualdad medida por el índice de Gini, con un repunte del 8,9%. La destrucción de más de tres millones de puestos de trabajo durante la crisis pueden explicar este comportamiento. «El principal problema de la desigualdad en España es el paro», aseguró en su momento el profesor Thomas Piketty.

No obstante, también se puede aumentar la desigualdad creando empleo. Así, se lo recordó Rajoy a Pedro Sánchez en el debate del Estado de la Nación. «En 2004 el 20% con más rentas ganaba 5,2 veces más que el 20% con menos. En 2007 ya eran 5,5 veces más», recordaba el presidente.

La opinión de los expertos

Fuera del «ring» político, Francisco J. Goerlich, profesor de la Universidad de Valencia, explica a ABC que «el 80% de las rentas de los hogares son rentas del trabajo, de forma que lo que pase en el mercado laboral acaba siendo determinante para la distribución de la renta disponible de los hogares».

Es por ello que la creación de 433.900 puestos de trabajo durante 2014 hace pensar al Ejecutivo que los niveles de desigualdad se reducirán a rebufo del empleo, como afirman fuentes gubernamentales. Desde el Gobierno recuerdan que el número de hogares con todos sus miembros en paro se redujo en 159.600 familias a lo largo de 2014 respecto a 2013, lo que creen influirá en una mayor equidad.

«No se puede concluir que la desigualdad haya mejorado gracias al Gobierno. Tampoco que la desigualdad haya aumentado desde que el Ejecutivo de Rajoy está en el poder», considera Pau Mari-Klose, profesor de Sociología en la Universidad de Zaragoza para achacar la erosión social al empeoramiento del mercado laboral.

Hay otros índices que también apuntan que en 2013 se toca fondo. Por ejemplo, durante el Debate sobre el Estado de la Nación, el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, hizo referencia al indicador 80-20, ratio de la renta que recibe el 20% con mayores ingresos de la población frente al 20% que menos recibe. Según el índice, la diferencia se redujo entre 2012 y 2013 del 6,5 al 6,3, nivel de 2011.

El golpe de la crisis entre el periodo 2007-2012 se refleja en todos los indicadores. El porcentaje de población que vive bajo el umbral de riesgo de pobreza pasó del 19,7% en 2009 al 22,2% en 2012. En 2013, además, hubo un cambio de metodología que el INE ha incorporado en la serie que va desde 2009, pero que impide comparar con los años previos. Al incorporar la nueva metodología, en 2012 la tasa baja al 20,8% y en 2013 se registra un 20,4%, mismo porcentaje que en 2009.

Sin embargo, los datos aún están a gran distancia de los niveles precrisis. Los «pobres» de hoy tienen menos que los de hace cinco años. El umbral de riesgo de pobreza se fija año tras año en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Si en 2009 el umbral para un hogar de una persona era de 8.877 euros, en 2013 fue de 8.114 euros. Cada año el límite ha ido hundiéndose poco a poco.

«Cuando la renta de todos los miembros de la sociedad se reduce, el umbral de pobreza también lo hace. Es como el listón en una competición de salto de altura. Si no se llega, se baja», describe Raúl Flores, técnico del equipo de estudios de Cáritas española, quien advierte que la mejora del empleo por sí sóla no tiene por qué bajar la desigualdad ya que debe acompañarse de políticas sociales. Por ejemplo, entre 2004 y 2007, en la primera legislatura de Rodríguez Zapatero, a pesar de que se creó empleo, el índice Gini empeoró.

Otro indicador de riesgo de pobreza, el Arope, incluye a la población que vive bajo el umbral de riesgo de pobreza, con carencia material severa y baja intensidad de empleo. Este índice sube una décima, del 27,2% al 27,3% entre 2012 y 2013.

«Se puede decir que la desigualdad no ha aumentado en 2013 de acuerdo a Gini, pero hay que coger los datos con cautela por el gran repunte que experimentó entre 2007 y 2012. El incremento en este periodo ha sido mayor que en los cinco primeros años de Margaret Thatcher al frente de Reino Unido o de Ronald Reagan en EE.UU.», concluye Pau Mari-Klose.

Los profesores consultados por ABC van más allá del debate político y achacan el aumento de la desigualdad sobre todo a la destrucción de empleo. En 2013 las cifras se estabilizaron y los datos de 2014 dirán si la mejora se afianza.

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