Lorenzo Amor: «Los autónomos son los únicos que no han tenido protección en la crisis»
Presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA)
El 14 de marzo optará a la reelección al frente de la mayor asociación de autónomos, ATA, para un tercer mandato. Y lo hará con la seguridad de haber logrado para el colectivo avances históricos, como que se puedan jubilar de forma anticipada a los 63 años o la tarifa plana de 50 euros durante seis meses para emprender. Una ley de segunda oportunidad o nuevas rebajas de impuestos están ahora en su hoja de ruta.
—¿Han comenzado ya los autónomos a levantar la cabeza?
—Tras una larga crisis, poco a poco se está viendo algo de luz. Dos terceras partes de los autonomos esperan abandonar la crisis en 2015 después de que en 2014 el 40% registrara más facturación en su negocio, aunque es verdad que un 25% de los autonomos sigue viviendo un calvario. Desde 2008 sólo se mantiene el 60% de los autonomos, lo que supone que el 40% se quedó en el camino —explica que no quiere decir que ese 40% haya desaparecido porque han surgido nuevos emprendedores—. Los autonómos son los únicos que no han tenido ninguna protección en la crisis, se han quedado fuera del plan de los 426 euros, de las ayudas a los parados de larga duración, y el que lo ha perdido todo solo ha recibido la mano tendida de los comedores sociales. Y, además, muchos van a tener que responder con sus bienes presentes y futuros de las deudas contraídas.
—¿Qué previsiones maneja de creación de empleo autónomo este año?
—Durante 2014 se han recuperado 75.000 autónomos, parte del tejido empresarial perdido durante la crisis. La previsión que tenemos en ATA es de un crecimiento de 100.000 autonomos en un año en el que se crearán 600.000 puestos de trabajo y la economía crecerá un 3%. Se han puesto los pilares para que España crezca, pero la huella dejada por la crisis ha sido muy grande y hay muchas familias que aún están pasándolo mal, que no notan recuperación. Hay un cambio de tendencia pero hay que ser prudente porque muchas personas están viviendo todavía una situación calamitosa.
—Mucho empleo creado en los últimos años ha sido autónomo. ¿Ha cambiado la mentalidad en España?
—Efectivamente se ha producido un cambio de mentalidad en esta legislatura. Hoy quien no se mueve, se queda fuera y cada vez hay más autónomos. Mientras unos esperan que el cliente entre por la puerta de su casa, otros van a levantarle de la cama. Nuestro mercado es totalmente distinto al que había en 2007, en el que todo se compraba y vendía. Ahora hay menos demanda y hay que repartirla entre muchos. Triunfa el que más innova, el que tiene el servicio más atractivo y el que busca al cliente.
—El respaldo a los autónomos ha sido claro en esta legislatura.
—Es verdad que en esta legislatura se han tomado medidas que han frenado la sangría de autonomos. Y que hay más autónomos porque existe una tarifa plana para nuevos emprendedores, hay más empleo por la reforma laboral y más trabajo indefinido gracias a la tarifa plana de cien euros. Y también es verdad que este año los autónomos van a tener un importante ahorro fiscal por la reforma que entró en vigor el 1 de enero, peor es evidente que no nos podemos conformar. Para que haya más empleo y más emprendedores y la recuperación sea más rapida es necesario seguir tomando medidas que protejan al autónomo, a los parados, que faciliten la generación de empleo y fijen incentivos fiscales que ayuden a mantener la actividad y generar empleo. Es necesario que se siga incidiendo en las reformas.
—Pero en año electoral...
—Este año electoral no puede ser de parálisis en la reformas. No podemos seguir con recetas del pasado y si no seguimos reformando no aprenderemos nada de lo que la crisis nos tendría que haber enseñado.
—¿Los negros nubarrones que algunos siguen pintando sobre la economía ayudan al empleo?
—Hay que generar confianza. No podemos pintar un panorama negro porque ya se ve claridad y porque flaco favor estaremos haciendo a los parados y a la generación de empleo. Porque los empresarios cuando tienen que generar empleo tiene que moverse en un entorno adecuado y si algunos lo siguen pintando todo negro los empleos seguirán siendo pocos y temporales. Si somos capaces de generar confianza, porque el consumo y el empleo están creciendo poco a poco y nuestra economía ha invertido la curva, las empresas empezarán a contratar. Mientras no reconozcamos esto el empleo y el empleo indefinido crecerán a un ritmo mayor.
—La ley de segunda oportunidad no acaba de llegar...
—Es fundamental que haya una ley de segunda oportunidad. Fracasar para un autonomo o empresario no puede ser sinonimo de ruina que le acompañe toda la vida. Hay que facilitar la segunda oportunidad, ya lo dije cuando se aprobó la Ley de Emprendedores. Lo mejor para que surjan nuevas iniciativas empresariales es que facilitemos la vida al que fracasa. Si le hundimos no se perderá el miedo a emprender. Hay que extender las ayudas para parados larga duración también para los autónomos. No parece lógico que en pleno siglo XXI un autonomo que haya cobrado la prestación por cese de actividad, sea parado de larga duración y tenga cargas familiares no pueda cobrar la prestación de los 426 euros. Es absurdo también que a un autonomo que, o por culpa suya o por causas ajenas a su voluntad, tarde 24 horas en pagar a la Seguridad Social, o no pueda pagar, se le aplique un recargo del 20%. Por la misma regla de tres la Administración debería pagar a un autónomo proveedor un 20% de recargo si se retrase 24 horas en el pago o 30 días, que es lo que establece la ley.
—¿Ha pedido todas estas medidas al Gobierno?
—Sí. Además de extender las ayudas a los parados de larga duración, la ley de segunda oportunidad, en la que figure, por ejemplo, que un autónomo tenga, para el caso de que no le vayan bien las cosas, un mínimo inembargable como ya tiene el trabajador asalariado, al que se le puede embargar su nómina pero por encima del salario mínimo. También establecer mecanismos ágiles para hacer frente a las deudas con Hacienda y la Seguridad Social, que es con quienes siempre tienen problemas los autónomos, pocas veces con los bancos. Gran parte de esas deudas contraídas no son el principal, son los interes y los recargos. Y ya que Hacienda y la Seguridad Social van a cobrar lo lógico sería que pactaran con ese autónomo arruinado para que abonara sólo el principal y eliminaran intereses y recargos. Esto sería ayudar, sobre todo cuando ese autónomo va a iniciar nueva actividad. También es importante que el autonomo que fracase y quiera levantar cabeza se le permita que tenga todas las ventajas de la Ley de Emprendedores. Es decir, que disfrute de la tarifa plana de 50 euros o de las reducciones fiscales que fija la norma. Porque ese emprendedor es un emprendedor con mayúsculas, inicia una segunda actividad y hay que ponerle alfombra roja
—¿Y las trabas?
—Es necesario seguir reduciendo trabas y eliminar trámites. Ya se ha realizado una gran labor pero aún queda largo camino. Y también seguir reduciendo impuestos, porque hay margen.
—¿Qué rebaja de impuestos proponen?
— Reducir al 15% la retención para los autonomos que tengan rendimientos íntegros de hasta 30.000 euros.
—¿Y para las mujeres autónomas?
—Para que puedan conciliar vida laboral y familiar sería fundamental que las autónomas, lo mismo que las mujeres asalariadas, puedan reducir jornada para cuidar a su hijos, que se fijen deducciones o bonificaciones en las cuotas para favorecer sustituciones en el empleo.
—A pesar del peso que tienen los autónomos en la economía siguen sin estar representados en el diálogo social...
—En España hay 2,5 millones de trabajadores que no están representados ni por patronos ni por sindicatos. Y están fuera de ese dialogo social, un diálogo más de la subvención que de la intercolución. Esto tiene que cambiar y quien no piense lo mismo no ha aprendido de esta crisis.
—Por último ¿qué opina del futuro de los partidos populistas?
—La gente es sensata. Para atrás ni para tomar impulso. Cuando me preguntan por Podemos me recuerdan, porque soy andaluz, a los señores Cañamero y Sánchez Gordillo. No me gustan los extremos, pero los políticos tienen que reflexionar porque la gente está cabreada, deben aprender de esta crisis.