Alemania aporta 8.000 millones de euros al «Plan Juncker»
Bruselas detalla que la inversión se realizará a través de su banco público de desarrollo (KFW)
Berlín apuesta al impulso al crecimiento con un aporte de 8.000 millones de euros al Fondo Europeo de Inversión a través de su banco público de desarrollo (KfW). Lo ha indicado el vicepresidente comunitario para Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, Jyrki Katainen, que hoy y mañana se encuentra de visita oficial en Alemania (Berlín y Fráncfort) para promover el «Plan Juncker» de 315.000 millones de euros hasta 2017: «El martes el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, anunció que Alemania participará en el plan de inversiones con el KfW», señaló Katainen el miércoles en una rueda de prensa posterior a la reunión semanal de los comisarios europeos revelando que se tratará de 8.000 millones de euros.
Katainen también aclaró que el KfW podría tener una silla en el consejo de dirección del Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (EFSI, en inglés), que canalizará el capital que se capte y que aporten los países o los bancos promocionales al plan de inversiones: «Toda parte que aporte capital puede tener una silla. Tenemos que crear una manera de calcular cuántos miembros corresponden a cuánto capital», explicó Katainen al respecto.
Por su parte, Schäuble se pronunció el martes en contra de que sean los países los que contribuyan al fondo que se creará en el seno del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a mediados de junio, y en favor de que sean los bancos promocionales los que hagan las aportaciones. El ministro alemán quiere así evitar que los países miembros puedan influir en las decisiones.
Gestionado por la Comisión Europea y el BEI, el EFSI está dotado únicamente de 21000 millones de euros en garantías que, apalancadas en un ratio 1/15, deberían dar lugar a inversión privada por un monto de 315.000 millones en tres años, un 0,8% del PIB de la UE al año. Los 21.000 millones no es dinero nuevo, sino que ya presupuestado y la clave del éxito del Plan está en que la inversión no sustituya a proyectos que se llevarían a cabo sí o sí.
Tal y como lo ha hecho Alemania, la Comisión ha pedido a los Estados miembros que aporten capital para aumentar la potencia de este Fondo y generar así más inversiones lográndose –lo que muchos han criticado por crear falsas expectativas y que tiene dudosas lagunas– lo que Bruselas llama «efecto multiplicador».
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