Mario Weitz: «El drama griego y su impacto en España»
Las elecciones en Grecia este fin de semana deparan una posibilidad cierta de que la izquierda gobierne en el país
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Las elecciones en Grecia este fin de semana deparan una posibilidad cierta de que la izquierda gobierne en el país. El escenario más probable es que el nuevo gobierno quiera renegociar con Europa la deuda, aplicar políticas fiscales expansivas y finalizar con la austeridad.
Descartadas las hipótesis más alocadas, como salir del euro, que provocaría la quiebra de Grecia y una austeridad aún más severa, la solución más realista es el rediseño del programa económico basado en varios aspectos: la necesaria austeridad aún pendiente, una refinanciación con Europa negociada para dar más plazo y perdonar intereses, el diseño de ayudas del Banco Central Europeo (BCE), incluyendo a Grecia en el nuevo plan monetario, y la aplicación del plan de inversiones europeas de Jean-Claude Junker.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos accionistas son todos los países del mundo, ya ha advertido de que los contratos deben cumplirse, y con los problemas presupuestarios que tiene no parece dispuesto a aceptar perdones de deuda amplios y sin contrapartidas.
Se habla mucho ultimamente del éxito de la economía americana, que sin duda va mejor que la europea, y se le atribuye a la política monetaria expansiva de imprimir dólares para aumentar el consumo. En mi opinión el éxito de la política de Obama no tiene nada que ver con eso, si la solución fuera inyectar liquidez a lo loco, la economía sería muy fácil, la cantidad de dinero debe aumentar en función de la productividad de la economía, (sino miren el fracaso de Japón com políticas expansivas). El éxito se debe a la confianza de los inversores en un modelo basado en mucho sector privado y poco público, mercado laboral flexible, mucha competencia, instituciones que funcionan, y mucho peso a la tecnología, innovación y educación.
El problema de Grecia ha sido, más que la austeridad impuesta -no hacerlo hubiera provocado una austeridad aún peor- que este país no tiene ni exportación, ni industria ni empresas relevantes -España, por cierto, sí- y eso explica que al no poder crecer no puede pagar. Además de políticas de despilfarro evidentes y de corrupción antes del rescate que han durado mucho tiempo. Y, de eso, no se puede culpar a los acreedores.
Podríamos decir que fue un error aceptar a Grecia en el euro pero, una vez dentro, su salida sería muy perjudicial. Es cierto que Europa puede afrontar con más calma el tema de Grecia, solo representa el 2% del PIB europeo y la deuda ha pasado de ser privada a con gobiernos del mundo, con lo cual se permite más margen de negociación. Si se deciden por una opción más populista, no pagar o aumentar el gasto de modo importante, no hay duda que la economía explotará. Y creo que los griegos saben eso y tratarán de evitar soluciones radicales.
En un mundo globalizado aislarse es el suicidio económico. La mayoría de la deuda griega es de los Gobiernos europeos y el FMI, pero otorgarles una quita unilateral sin contrapartidas significa que el ciudadano español deberia poner dinero, y eso no parece factible.
¿Qué impacto puede tener en España? Grecia no es España y la situación es infinitamente mejor en España que en el país heleno. Lo importante en España para que el paro baje significativamente es que además de mejorar la exportación y el turismo se consolide la inversión. Los «Fondos Europeos» ayudarán mucho y, además, será necesario que el consumo despegue moderadamente. La rebaja de impuestos, tardía pero positiva, y la inflación negativa ayudarán. En mi opinión esta inflación levemente negativa es buena porque no se asocia a la baja del consumo.
Lo positivo de Grecia bajo mi punto de vista es que pondrá en evidencia el fracaso del populismo. Si Grecia se decanta por una solución moderada y cooperativa, Podemos de Pablo Iglesias perderá su encanto de soluciones fáciles u utópicas.
Y si por por el contrario opta por la confrontación, el caos económico esta asegurado. En economía siempre puede ir peor lo que va mal.
Desde el punto de vista económico, la previsión es que España mejore considerablemente durante 2015, creciendo un 2,4%, ya que los analistas privados estiman que con la ayuda de la caída en el precio del petróleo y la depreciación de euro el crecimiento se acelera. Pero la principal preocupación de los inversores es el auge del populismo de Podemos, que se percibe como más radical que la izquierda griega y la situación inestable en Cataluña.
Sin embargo, el drama griego permitirá ver los peligros del populismo y ayudará a meditar a la mayoría de la población española que sin duda es moderada, ya que las soluciones a una crisis tan compleja como la española no tienen soluciones mágicas y requieren persistencia en el tiempo con políticas que generen confianza.
