Camino libre de obstáculos para la salida a Bolsa de AENA
El martes el auditor entregará el documento que dará luz verde a la operación pública de venta
AENA afronta una semana crucial. EY ya ha redactado la carta de conformidad y se la hará llegar a la sociedad aeroportuaria esta semana, después de que en tiempo récord la auditora revisara las cuentas de los ejercicios 2011, 2012, 2013 y 2014 (hasta el 30 de septiembre), según confirman fuentes de la firma. El ente superará así, previsiblemente, el último obstáculo para su salida a Bolsa. El camino, por tanto, queda expedito para una de las propuestas que el Gobierno de Mariano Rajoy se marcó desde los primeros compases de la legislatura: la privatización del 49% de la compañía presidida por José Manuel Vargas.
En menos de dos meses, un ejército de profesionales de la antigua Ernst & Young ha «tomado» la sede del gestor de los aeropuertos, según describen gráficamente desde AENA, para asumir una labor que sus competidores directos –Deloitte y KPMG– rechazaron por considerar demasiado compleja. Tras largas jornadas de trabajo sin interrupción durante los fines de semana ni durante las fiestas navideñas, EY entregará a AENA el próximo martes o miércoles dicho documento.
Fue precisamente la llamada «comfort letter», documento que acredita la solvencia y exactitud de las cuentas de la compañía durante esos años, la que precipitó el aplazamiento de la operación pública de venta (opv) de hasta el 28% de AENA el pasado octubre, después de que el Ministerio de Economía alegara la existencia de un «defecto formal» debido a que PwC, autor en esa ocasión de dicha carta, era también el responsable de la auditoría de las cuentas del grupo, sin haber convocado un concurso previo que garantizara la libre concurrencia.
Una vez recibida esta carta de conformidad, el Ejecutivo dará luz verde a la operación el próximo viernes, en el Consejo de Ministros. Esa misma tarde, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) registrará el folleto de emisión, para que la salida a Bolsa se produzca, finalmente, el próximo 11 de febrero, según fuentes del gestor.
En esta ocasión, no se espera la oposición de otros departamentos ministeriales. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, subrayó la semana pasada, durante el Spain Investors Day, que ya estaba «todo preparado» para el estreno de AENA en el parqué madrileño. «Es un activo que tendrá una gran demanda», recalcó, y aprovechó para recordar que la sociedad pública ha mejorado «claramente» sus resultados durante los últimos años.
Carta de presentación
De hecho, el pasado jueves AENA actualizó sus resultados, que indican un sustancial avance con respecto a las cuentas presentadas hasta junio: los resultados de los nueve primeros meses del año ponen de relieve que obtuvo un beneficio neto de 371 millones de euros durante este periodo, 8,7% más que los 341,4 millones que logró durante el mismo periodo de 2013.
Otra de las variables más importantes para la entrada de inversores privados, la generación de flujo de caja (liquidez real de la compañía), también está en una senda creciente: hasta septiembre de 2014 alcanzó 1.066 millones de euros, un 34,05% por encima de las cifras registradas durante ese mismo periodo de 2013 (703 millones).
De manera paralela, los ingresos han repuntado un 6,3%, principalmente por el crecimiento del tráfico (4,6% en comparación interanual), el aumento de la actividad comercial (13%) y de las tarifas (0,9% desde marzo de 2014), según consta en los resultados del operador.
Sin embargo, el valor de mayor peso para fijar el importe al que se intercambiarán los títulos de la AENA «semiprivatizada» es el resultado bruto de explotación (Ebitda), que también ha avanzado superando las previsiones de los analistas. Durante los tres trimestres se alzó hasta los 1.460,2 millones de euros –un 14,8% más que en 2013–, ritmo que podría situar el montante a final de año por encima de los 1.800 millones de euros, una cifra mayor que la que habían anticipado AENA y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que estimaban unos 1.700 millones de euros.
Esto obligará a las entidades coordinadoras de la operación –BBVA, Santander, Morgan Stanley, Bank of America Merrill Lynch y Goldman Sachs– a revisar sus valoraciones, aunque, fuentes financieras, no esperan que se altere el rango de precios ya fijado: el importe de la compañía oscila entre los 6.225 y los 8.025 millones de euros, lo que cristalizaría en un precio por acción de entre 41,5 y 53,5 euros.
En cualquier caso, el precio final no se conocerá hasta el 9 de febrero. Las tres firmas que integran el núcleo del 21% del capital conformado por los inversores de referencia –Ferrovial (8%), Corporación Financiera Alba (6,5%) y el fondo británico The Children’s Investment Fund (6,5%)– ya ofrecieron precios incluidos en esa horquilla, entre los 48,66 y 53,33 euros. Antes, la dirección de la sociedad iniciará un «road show» que la llevará a EE.UU., Reino Unido, Alemania y Francia.