Los peritos que cuestionan las cuentas de Bankia defienden la coherencia de sus tesis
Los expertos del Banco de España solo difieren ligeramente en las pérdidas de menos que podría haber tenido la entidad según la contabilidad que hiciese de sus créditos fiscales
Los dos peritos del Banco de España que trabajan para la Audiencia Nacional en el caso Bankia han comenzado a defender sus demoledores informes contra las cuentas de la entidad. En una sala de vistas abarrotada –algunos abogados de apoyo a los principales no han podido entrar–, los dos expertos han defendido con firmeza sus tesis, según fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio. Sendos informes, que los técnicos entregaron al juez Fernando Andreu a principios del pasado diciembre, concluyen que las cuentas de Bankia y su matriz, BFA, de 2011 –con Rodrigo Rato como presidente– y las reformuladas en 2012 por José Ignacio Goirigolzarri no reflejan la "imagen fiel" del grupo. Que las cuentas, en ambos casos, incumplieron la normativa del Banco de España y varias circulares al cometer "errores contables". E incluso que la entidad salió a Bolsa con las cuentas maquilladas.
En una comparencia que arrancó a las 15:15, Victor J. Sánchez y Antonio Busquets se han mostrado "coherentes" entre sí y han declarado que realizaron dos informes para tener una posición "más independiente, más neutral". Un abogado afirmó, aún así, que el único punto en el que estuvieron ligeramente en desacuerdo fue en el análisis de los activos fiscales diferidos, en el que uno aporta cifras y otro no.
Busquets, en su análisis de las cuentas de la entidad reformuladas en mayo de 2012 por el equipo de José Ignacio Goirigolzarri, critica que la entidad redujese a cero los créditos fiscales –que permiten compensar pérdidas actuales en la factura fiscal futura– de los que disponía, y considera que de los 2.744 millones de euros que disponía podría haber recuperado al menos 1.428 millones. Es decir, que las pérdidas desveladas por Goirigolzarri podrían haber sido menores. Se trata, según fuentes financieras, de una cuestión en parte subjetiva, pues el aprovechamiento de esos activos fiscales diferidos depende de la generación futura de beneficios. El segundo de los peritos también señala este asunto, pero a diferencia de Busquets no la cifra.
Esa es una de las contradicciones que previsiblemente usará la defensa de Bankia, que podría verse obligada a resarcir las pérdidas en que incurrieron sus accionistas en caso de que el juez de validez a las conclusiones de estos informes. Una factura de unos 3.000 millones de euros para la entidad y, previsiblemente, el Estado a través del FROB.
Este acto, en el que están citadas todas las partes y que podría extenderse hasta el viernes, es decisivo en el devenir del caso Bankia. Los dos peritos concluyeron que la entidad salió a Bolsa con las cuentas maquilladas y detectaron "errores contables" en las cuentas de 2010 y 2011, tanto en las aprobadas por Rodrigo Rato como en las reformuladas después por José Ignacio Goirgolzarri.