¿Cuáles son las consecuencias de que baje la prima de riesgo?
El interés del bono español a diez años marcó un nuevo mínimo el pasado viernes, al alcanzar el 1,497%
¿Qué es la prima de riesgo?
Es el diferencial entre el interés que paga España por colocar su deuda pública a diez años y el que afronta Alemania. El sobreprecio, relativo al mercado secundario en el que se negocian los títulos ya emitidos por el Estado, es indicativo de la desconfianza de los inversores a la economía nacional respecto al bono germano, considerado como un valor refugio durante la crisis. La prima de riesgo de España estuvo ayer por debajo de 100 puntos básicos, lo que no ocurría desde mayo de 2010 –fecha del rescate a Grecia–, después de que el rendimiento del bono nacional a diez años haya caído al mínimo histórico del 1,497%, frente al 0,498% que marcó ayer el alemán. La diferencia entre ambos es la prima de riesgo (0,99%).
¿Por qué baja?
La prima de riesgo alcanzó su máximo histórico el 24 de julio de 2012, cuando registró los 638 puntos básicos. Entonces, el presidente del BCE, Mario Draghi, abrió la puerta a compras masivas de deuda pública, lo que hizo que bajaran las primas de riesgo de todos los países del euro, incluido España. Las reformas del Gobierno, la mejora de la economía y la recuperación de la confianza de los inversores en los últimos años han hecho el resto, ya que la prima de riesgo española ha bajado desde 2012 más que la de otros países, como Italia (en 124 puntos ayer).
¿Qué efecto tiene para el Estado?
El descenso de la prima se traduce en que el Estado afronta un menor coste por endeudarse, lo que supone un ahorro para las arcas públicas que el ministro de Economía, Luis de Guindos, cifró en 5.000 millones de euros para el año que acaba de concluir. En 2013 se ahorraron otros 8.000 millones. Para 2015 el Gobierno había presupuestado 35.490 millones al pago de intereses, con un tipo del bono a diez años del 2,6%, superior al actual.
¿Y para las empresas?
En principio, el interés al que se financia un país se traslada al de sus empresas. Por un lado, influye en la emisión de bonos de las grandes compañías, bancos incluidos. Progresivamente, esta mejora se refleja en las pymes españolas, que durante la crisis se han financiado a un coste mayor que sus homólogas europeas, lo que les ha restado competitividad. Así, la prima de riesgo de las pymes nacionales marcó los 50 puntos el pasado mes de octubre; es decir, la diferencia con las alemanas en préstamos de hasta un millón de euros es de un 0,5%, según datos del Banco Central Europeo (BCE).
¿Cómo se traslada a los hogares?
En este efecto dominó, en teoría si los bancos tienen una mejor financiación, los préstamos se abaratan con el tiempo para pymes y familias que, no obstante, son el último eslabón de la cadena. Además, al ahorrarse un pellizco destinado al pago de intereses, el Estado puede suavizar los ajustes y la presión fiscal sobre el contribuyente, lo que debería desembocar en un aumento —o menor deterioro– de la renta de los ciudadanos.
¿Y al PIB?
Al drenar una menor parte de la economía en pago de intereses, la bajada de la prima de riesgo tendría que repercutir en un mayor crecimiento.
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