Doménech (BBVA) «El contrato indefinido debe ser la primera opción para el empresario»

La propuesta de BBVA Research y el despacho Sagardoy para que una pequeña parte del salario de un trabajador sea «diferida» y se ingrese en una cuenta particular como adelanto de su futura indemnización, imitando el modelo austriaco, ha ocasionado una importante controversia. Hablamos con el economista jefe de BBVA, Rafael Doménech.

-¿Qué ventajas tiene el sistema que proponen tanto para el trabajador como para el empresario?

-Para el trabajador tiene muchas ventajas: tiene más probabilidades de optar a un contrato indefinido, con lo que ello conlleva, como mayor salario, productividad y estabilidad en el empleo. Esto es lo más importante. El tema de cómo se reparte el coste es secundario. Para la empresa, se elimina una incertidumbre importante. Estas no utilizan el contrato temporal para perjudicar los intereses de nadie. Lo hacen porque en una situación de incertidumbre no saben si van a vender todo lo que producen o cuál va a ser su demanda. Con esto, lo que le garantizas es que si la situación económica viene mal y sus expectativas no se cumplen, el contrato indefinido no va a suponer un coste adicional respecto al temporal. Tratamos de eliminar todas esas incertidumbres, que es el elemento que más perjudica las decisiones de inversión de la empresa. En este caso, estamos hablando de una inversión que es la contratación indefinida de un trabajador. Todo lo que podamos hacer para reducir esas incertidumbres será bienvenido.

-¿Y cómo se hace para que el contrato indefinido sea la primera opción para el empresario?

-El contrato temporal tiene ahora una ventaja respecto al indefinido. El temporal es muy fácil de entender. Tiene unos costes de finalización que son explícitos. Las empresas ya saben cuánto tienen que pagarle al trabajador, según la legislación. No hay incertidumbres, porque al terminar el mismo, hay que abonarle una cantidad determinada. Sin embargo, en el contrato indefinido, como no tiene límite, la extinción laboral se puede producir en cualquier momento. Esto es lo que genera incertidumbre y eso es lo que tratamos de eliminar con nuestra propuesta. Además, en la contratación indefinida aumenta la vinculación del trabajador con la empresa, aumentan los incentivos para invertir en formación, se incrementa el compromiso por ambas partes. ¿Y cómo se consigue? Básicamente, en aquellos momentos en los que la incertidumbre es más importante, es decir, los primeros años de contrato -las estadísticas nos muestran que la probabilidad de tener que rescindir un contrato por motivos económicos es mayor en los primeros años-, se sustituya una indemnización del sistema actual por una contribución cierta a una cuenta individual de titularidad del trabajador, donde recibiría esa contribución. El trabajador recibe su salario corriente mes a mes y su salario diferido. Esta aportación diferida es cierta, igual de cierta que para un trabajador temporal. Si en el primer año este empleado tiene que ser despedido por causas económicas, no le supone un coste a la empresa porque ya lo ha hecho explícito en la contratación.

-¿No supone en la práctica un abaratamiento del despido?

-No; las empresas que planifiquen adecuadamente y que estén provisionando ese riesgo, su coste va a ser exactamente el mismo.