Trofeo Julio Verne
«Sodebo Ultime 3» sube su ventaja a 650 millas sobre el récord de «IDEC Sport»
A 36,9 nudos de velocidad media su última singladura fue de 886 millas en 24 horas. En unas horas entrará en aguas del océano Índico. No logrará el récord Ouessant-Buena Esperanza
Hoy domingo, 6 de diciembre de 2020, el maxi trimarán «Sodebo Ultime 3» se encuentra a 400 millas del meridiano de Buena Esperanza tras 11 días y 11:11 horas de navegación desde que cruzaron la línea de salida el pasado 24 de noviembre al través de la isla de Ouessant (Francia) para batir el récord Trofeo Jules Verne de 40 días y 23:30 horas establecido por el «IDEC Sport» el 26 de enero de 2017.
El ritmo de navegación en el hemisferio sur Atlántico ha ido creciendo paulatinamente desde el paralelo de Río de Janeiro, con progresiones diarias de 489 millas, 604 millas hasta las 886 millas en las últimas 24 horas a una velocidad media de 36,9 nudos -el récord de 24 horas esta en 908,2 millas establecido por el «Banque Populaire V» en 2009-. Pero tendrá difícil romper el récord de 11 días y 21:48 horas entre Ouesant y Buena Esperanza logrado por Loïck Peyron el 4 de diciembre de 2011.
Volar por el Atlántico Sur a 36,9 nudos de velocidad le ha llevado al «Sodebo Ultime 3» a estar entre los tres super maxi trimaranes más veloces tras el «Banque Populaire V», con una velocidad media de 37,84 nudos, y el «IDEC Sport» de 37,3 nudos. Thomas Coville y su tripulación aún pueden mejorar estos registros y establecer un récord de 24 horas. En el cuadro de progresiones del «IDEC Sport» durante su récord Jules Verne, tuvo las mejores 16 jornadas consecutivas a una velocidad media de 30,42 nudos. Hay que tener en cuenta que velocidades medias de 36 nudos implica navegar muchas veces por encima de los 40 nudos.
Mantener velocidades medias por encima de los 30 o 35 nudos no se logran con un tripulante a la rueda en un trimarán de 32 metros de eslora y 23 metros de manga, para ello recurren al piloto automático. Thomas Rouxel lo explica: “A estas velocidades y al alcanzar el viento cruzado, el piloto gobierna mejor que el hombre; especialmente porque hubo momentos en los que no podía ver más allá de 50 metros. Nos encargamos de los reglajes para sacar el máximo partido al rendimiento del barco, damos un ángulo de escora ideal y tratamos de ceñirnos a él con los ajustes de escota y del carro de vela mayor. Si el viento amaina, también jugamos en la configuración del foque”. "
A bordo la tripulación tiene que hacer un gran esfuerzo diariamente porque el barco se mueve constantemente y de forma violenta, como ellos dicen “la vida es bastante deportiva” . Se tienen que agarrar para no perder el equilibrio.
En cuanto «Sodebo Ultime 3» entre el océano Índico el siguiente punto de referencia es el meridiano de cabo Leeuwin (costa oeste de Australia). Un trayecto de unas cuatro o cinco jornadas, sobre el que pueden lograr buenas marcas, de hecho, están buscando un camino con mares planos y vientos de 20 nudos de intensidad.
Para el timonel Thomas Rouxel dar la vuelta al mundo en un trimarán Ultim es el sueño de todo marinero: “Va relativamente rápido, 40 días en el mar, con muy buena "comodidad" en comparación con un Volvo 65, donde estás bajo el agua todo el tiempo, o incluso con un IMOCA, que es un barco muy duro. Es lo mejor, estoy feliz de volver a estos rincones en «Sodebo Ultime 3», aunque siga siendo el Sur; tendremos frío, estaremos mojados todo el tiempo porque la humedad es del 100%, constantemente habrá condensación, sigue siendo un consuelo”.