Vendée Globe
Los pantocazos planeando pasan factura
Nico Troussel se queda sin mástil del «CORUM L'Pargne» al noroeste de Cabo Verde. Thomson sigue apretando el acelerador del «Hugo Boss». El equipo del «Charal» trabaja a marchas forzadas para que Jérémie Beyou pueda volver a la regata
A las 09:05 horas de hoy lunes, 16 de noviembre de 2020, Troussel informaba al Director de Regata que acababa de perder el mástil del «CORUM L'Pargne», cuando estaba a unas 260 millas al noroeste de Cabo Verde.
Unas horas antes Troussel comunicaba al Centro de Seguimiento que el rumbo era directo hacia las calmas ecuatoriales: "Es un curso de velocidad hacia los Doldrums sin maniobras, pero no es muy cómodo ya que el barco planeando golpea mucho contra las olas, pero está bien. No hay mucho mar. Estamos frustrando y es rápido y tienes que prestar atención. No es fácil hacer nada realmente, no es fácil dormir para entrar en la litera. Tengo un problema de energía porque se ha roto un hidrogenador, no tenemos una solución por el momento. Llevo un rizo en la vela mayor y un pequeño gennaker a proa”.
Durante la noche el «CORUM L'Pargne» mantenía velocidades cercanas a los 20 nudos, al igual que los demás IMOCA con “hidroalas” del grupo de cabeza como el «PRB» de Kevin Escoffier, «LinkeOut» de Thomas Ruyant, «Apivia» de Charlie Dalin o del «Hugo Boss». Pero lamentablemente los esfuerzos estructurales que tienen que soportar los IMOCA están siendo superiores a lo esperado, y eso que muchos OPEN 60 de la flota han reforzado partes del barco antes del inicio de la regata.
Diseñadores, ingenieros de estructuras, constructores y patrones ya habían comentado las dificultades que tendrían estos nuevos IMOCA “volando” sobre las olas
Golding dijo que la velocidad inherente de los nuevos barcos será un problema: "Muchos de los barcos serán atrapados por su propia velocidad - tratando de diseñar un barco que va a viajar un tercio más rápido que cualquier forma de casco de la generación anterior es un verdadero desafío y todos sabemos que los impactos sucederán de forma desproporcionada e increíblemente rápido" .
Para Vittorio Malingri, marino, arquitecto naval, que participó en la Vendée Globe de 1992 – 1993 (retirado por rotura de timón); los “hidroalas” en los IMOCA tienen un problema en la actualidad porque los patrones no pueden controlar la estabilidad longitudinal del barco. Esta mañana nos comentaba: “He estado hablando con los arquitectos principales de VPLP (Van Peteghem Lauriot-Prévost) y la conclusión es la misma al no poder controlar el “pitching”, el cabeceo longitudinal del barco. La solución pasaría por la instalación de un “foil” tranversal en la punta de los timones, pero en estos momentos la Asociación de la clase IMOCA no permite que en los timones se puedan llevar un “foils” en “T” al igual que los multicascos. Por otro lado, el ajuste de estos “foils” implica que un tripulante este permanente pendiente del ángulo. Mi hijo Nico Malingri navega con Giovanni Soldini a bordo del trimarán Maserati y uno de los tripulantes esta todo el rato ajustándolos”.
El modo vuelo en los IMOCA con “hidroalas” tiene, por ahora, un futuro comprometido para las regatas en solitario; veremos como sobreviven toda la vuelta al mundo Vendée Globe.
Nico Troussel y Jérémie Beyou eran, juntos a otros marinos, unos de los favoritos para ganar esta novena edición de la Vendée Globe, pero la rotura de mástil del «CORUM L'Pargne» y la vuelta a Le Sables d´Olonne del «Charal» dejan campo abierto a Thomson que navega desenfrenado hacia el Ecuador a bordo del «Hugo Boss». Veremos si el IMOCA del británico aguanta el virulento ritmo a 20 nudos de velocidad, como viene siendo normal si llegase a romper el barco antes de cabo de Buena Esperanza siempre tiene la opción de un apartamento en Ciudad del Cabo.
A las 15:00 horas de hoy, «Hugo Boss» lidera la flota con una ventaja de 92,9 millas respecto al «Yes We Cam!», 117 millas al tercero «LinkeOut», 164,4 millas sobre el cuarto «Apivia», y 186 millas al «PRB» en quinta posición.
En Le Sables d´Olonne Jérémie Beyou no tira la toalla, su equipo de tierra y más profesionales trabajan a destajo para intentar que el «Charal» vuelta a la regata antes de 48 horas.