Vendée Globe
Ocho IMOCA llevaran a bordo el «Liberty Kite Safety» creado por Yves Parlier
En caso de desarbolar durante la Vendée Globe los patrones tienen una alternativa que les permitirá navegar a unos cuatro nudos de velocidad hacia puerto seguro
Durante la cuarta edición de la Vendée Globe patrones como Michel Desjoyeaux o Yves Parlier se las que tuvieron que ingeniar para poder reparar ellos mismo las averías a bordo de sus OPEN 60. El 1 enero de 2001, en medio del Pacifico, Michel Desjoyeaux lloraba ante la impotencia de no poder arrancar el motor de su barco «PRB», no tenía energía eléctrica para la electrónica de a bordo ni para el piloto automático; una posible victoria se les estaba esfumando. Pero su ingenio le permitió crear un sistema de poleas que conectaba la punta del cigüeñal con un cabo al extremo de la botavara; al provocar una trasluchada repentina el “latigazo” puso en marcha su motor diésel.
Parlier, que durante tres semanas navegó en cabeza de la flota, tuvo que hilar mucho más fino por la rotura del mástil de su OPEN 60 «Aquitaine Innovations» (primer IMOCA construido totalmente en carbono, con mástil ala y outrigger) tras clavarse la proa del barco en una ola al paso de las islas Kerguellen. Yves comunicó a la dirección de Regata y a su equipo que no se retiraría de la regata, tenía claro que la parte deportiva de la Vendée Globle había finalizado pero la parte aventura continuaba; que buscaría una isla donde poder realizar la reparación. Finalmente recaló en una de las playas de la isla neozelandesa de Stewart.
Muchos dijeron que era una locura lo que pretendía Parlier al querer reparar el solo el mástil de su barco. La cuestión que el marino francés puso en marcha todos sus conocimientos sobre materiales compuestos adquiridos durante su formación como ingeniero en composites. Durante dos semanas estuvo reparando el mástil, creando un horno con una manta de supervivencia para curado del carbono y el composite, volver a montar el mástil como aparejo de fortuna y levar anclas para seguir su vuelta al mundo. Otro de los problemas que tuvo fue la escasez de víveres a bordo, teniendo que recurrir al consumo de algas y lo que podía pescar tras virar cabo Hornos. Muchos aficionados que seguían su aventura les enviaron diferentes tipos de recetas para cocinar lo que pescaba.
Parlier, conocido como el MacGyver de la vela oceánica, en la segunda edición de esta regata reparó el mismo su mástil en una cala de una de las islas de Nueva Zelanda
El 16 de marzo de 2001 Parlier cruzó la línea de llegada en Le Sables d´Olonne con su «Aquitaine Innovations» después de 126 días, 23 horas y 16 minutos de regata; finalizando en el puesto 13.
Su aventura, su inquebrantable tesón, el aporte de nuevas soluciones en la arquitectura naval, de los materiales compuestos, el desarrollo a los sistemas de ayudas a la navegación y su espíritu de innovación le valieron para que fuese condecorado en julio de 2002 con la medalla Chevalier de la Legión de Honor del estado francés.
Como persona inquieta que es Parlier, en 2007 él y su equipo se interesaron por la tracción de los barcos utilizando una cometa. En un principio pensaron que una cometa como las de kitesurf podría servir, pero tras años de estudio crearon su propia cometa llamada LIBERTYKITE®, pensada como un elemento de reserva a bordo de embarcaciones deportivas tanto de motor como a vela. Es autoestable y las hay de 10m2 o 20m2 para embarcaciones entre los 4 y 18 metros de eslora. La confección de estas se realiza en Francia en colaboración con las empresas Cousin Trestec® -que suministra el cordaje de la cometas- y Porcher Industries® que elabora los tejidos.
La velocidad que puede alcanzar una embarcación con la cometa LIBERTYKITE® es de unos cuatro nudos, suficientes para poder continuar ruta. El precio del modelo de 20m2 es de 1.950 euros, peso 2 kilos, se monta en una hora y ocupa muy poco espacio. https://libertykite.com/
Para Jacques Caraës, director de la regata Vendée Globe: “Esta cometa tranquiliza al Comité de Regata ya que es una forma de llegar a puerto con rapidez. No tendremos que enviar a alguien allí o desviar algún participante. Definitivamente tiene un lugar a bordos de los barcos siempre que no se utilice como una vela extra y solo como un elemento de seguridad en caso de fuerza mayor” .