Vendée Globe
Más novatos que solitarios en esta edición 2020-2021
«Maître CoQ IV» próximo al Punto Nemo. Damien Seguin tiene a 40 millas al «LinkedOut» de Thomas Ruyant. «Charal» cerca de la isla Macquarie. Costa evitó el centro de una borrasca
Ya son 50 jornadas de la Vendée Globe 2020-2021, con una flota que sigue estirada 5.300 millas entre el meridiano 99° Este (600 millas al oeste de cabo Leeuwin, ocano Índico) y la longitud de Punto Nemo en el océano Pacífico, con una mayoría de 15 novatos frente a 12 patrones que ya han participado en alguna otra edición; los novatos son Charlie Dalin, Isabelle Joschke, Damien Seguin, Maxime Sorel, Boris Herrmann, Giancarlo Pedote, Benjamin Dutreux, Clarisse Cremer, Armel Tripon, Pip Hare, Manuel Cousin, Miranda Merron, Clément Giraud, Alexia Barrier, Ari Huusela.
En cabeza de la flota el novato es Charlie Dalin con el «Apivia» es segundo a 153 millas del líder «Maître CoQ IV» de Yannick Bestaven. Entre los cazadores, otro novato dispara al tercero Thomas Ruyant; Damien Seguin se encuentra a tan solo 40 millas del «LinkedOut» con su «Groupe APICIL» (sin foils). Los demás cazadores son cosa del experimentado Jean Le Cam y que ahora se le ha sumado la recién llegada Isabelle Joschke con el «MACSF» (IMOCA que lleva foils).
Yannick Bestaven, mantiene el primer puesto desde los últimos doce días, está cruzando la longitud de Punto Nemo en medios de fuertes vientos del NNO con intensidades que superan los 32 nudos y rachas por encima de los 40 nudos provenientes de una baja presión que se desplaza hacia el “este” con celeridad. Siempre ha dicho que su objetivo navegando en la zona austral era llegar a cabo Hornos con el «Maître CoQ IV» en las mejores condiciones para poder disponer de su potencial durante el ascenso atlántico.
Los datos de predicción meteorológica apuntan a una navegación típica de los “50 aullantes”, las habituales en el Pacífico profundo. Hoy lunes, 28 de diciembre de 2020, es un día frío, miserable y húmedo, con el agua helada del Pacífico Sur que se desliza por las cubiertas.
Desde Punto Nemo hay casi 2.000 millas hasta el cabo Hornos donde espera la liberación. Esta etapa, hasta el “cuerno”, se trata de ser prudente, prepararse perfectamente para el Cabo y conocer el momento de las transiciones climáticas con la mayor precisión posible.
Comentó con nostalgia Boris Herrmann, en octava posición: "Hay tanto contraste con el ayer que casi no puedo recordar cómo fue, no puedo recordar el ayer que parece. Ahora volvemos a un ambiente normal en el Océano Antártico navegando a 17 nudos y 30 nudos de viento. Estamos tratando con un sistema de baja presión y el contraste es simplemente asombroso.
Se necesita una mente fuerte para aguantar todo, siempre te están lanzando a nuevas situaciones. Es mejor no pensar demasiado en ello. A veces pienso que pienso demasiado en el barco. Si pudiera soltarme un poco más podría navegar un poco más rápido.... pero mirando hacia arriba estoy ansioso todo el tiempo. En la litera sólo duermo 15 minutos. Tal vez debería dejarlo ir, e ir más rápido. Pero quiero llegar a Cabo de Hornos en una sola pieza. Tengo un barco al 100% y muy pocos de los otros pueden decir eso. Así que pasemos la semana sin perder demasiadas millas, pero ciertamente sin romper nada".
El experimentado marino Mike Golding, que ha participado en cuatro ediciones de la Vendée Globe, dice que mentalmente alcanzar cabo Hornos es una de las partes más duras del recorrido: “… es esencial seguir haciendo lo que han estado haciendo, superando cada día, un día a la vez, sin presionar demasiado, sólo mantener el ritmo y cuidar el barco. El sentido de la anticipación crece y crece para aquellos que no han estado alrededor del extremo austral de América del Sur, en Tierra de Fuego, pero hay tanto que se puede ganar y perder justo después, es importante estar allí en la mejor forma mental y física… Estoy impresionado con Boris Hermann y su enfoque, y sobre todo con Isabell Joschke. Y no hay que olvidarse de Jean Le Cam…”.
Joschke no oculta sus preocupaciones en su rostro, en las imágenes que envía vía satélite se le detecta perfectamente su estado anímico, y en estos momentos no están siendo los mejores para ella porque se encuentra muy fatigada: "Anoche fue muy fuerte y estrellado, incluso me mareé de nuevo porque no estaba acostumbrado al movimiento de nuevo”.
Con problemas Stéphane Le Diraison (19º) ha puesto su regata en espera. El carro de enganche de la vela mayor en el mástil está roto. Planea refugiarse a sotavento de la isla Macquarie, como lo hizo Louis Burton antes que él, para tratar de repararla. Se encuentra a 150 millas al noroeste de esta reserva natural, hacia la cual está progresando lentamente, con su vela mayor arriada sobre la cubierta.
Jérémie Beyou, en el puesto 18, se aproxima a la latitud de la isla Macquarie por el sur de esta con el «Charal», que además está pendiente del desplazamiento de una alta presión situada entre las islas Auckland y Campbell a unas 250 millas al noreste de su posición. Mientras que el español Dídac Costa ha trasluchado esta madrugada para evitar entre en la zona de más viento de la borrasca que le llega por el oeste; muchas vueltas al pedestal de winches de su «OnePlanet OneOcean».
A primera hora Costa hablaba sobre su navegación: "Ayer tuve las condiciones más difíciles de la regata hasta ahora. Durante varios días había visto la borrasca hacia el sudeste y finalmente pude evitar su centro, yendo directamente al sur de Tasmania desde la AMSA en Australia. El viento aumentó hasta 35 nudos con ráfagas más fuertes y olas de rayo que venían de atrás y adelante. Un mar que todavía tengo ahora, aunque ya más suave y soleado. Todo ha ido bien en el barco, a pesar de la fatiga acumulada por las maniobras de las velas, estoy contento con el comportamiento del barco y estoy deseando asumir un nuevo frente que se aproxima por el oeste. ¡Esta vez es más suave! Intentaré acompañarla el mayor tiempo posible para poder estar lo más cerca posible de los barcos de delante, y aunque sea difícil seguirles el ritmo, siempre es bueno tener una referencia. Voy a pasar un largo camino desde Nueva Zelanda, así que sólo el vasto Océano Pacífico permanecerá en la proa con el Cabo de Hornos como próximo objetivo”.