Vendée Globe

«Maître CoQ IV» primero en virar Cabo de Hornos

Bestaven ha tardado 55 días y 22 minutos. Pip Hare con problemas en el anemómetro desde ayer. Sébastien Destremau pensando en abandonar la regata por el cúmulo de averías

@duryAlonso

Finalmente, Yannick Bestaven ha logrado materializar su sueño de ser el primero en cabo Hornos en esta Vendée Globe 2020-2021, el cual alcanzó hoy sábado (2 de enero de 2021) después de 55 días y 22 minutos con su IMOCA «Maître CoQ IV»: “Fue rápido, ¡mucho más rápido de lo que crees!”.

El siguiente será Charlie Dalin con el «Apivia», cuando está a 219 millas de Hornos; probablemente a primera hora de mañana domingo ya que él navega por detrás del frente, lo que le obligará a realizar un par de trasluchadas en medio de una mar arbolada con olas de 7 metros de altura y vientos del noroeste de 35 nudos de intensidad.

La predicción meteorológica de Christian Dumard para hornos es muy movida: “Los primeros catorce competidores están navegando alrededor de un sistema de baja presión que se ha trasladado al sur de la Zona de Exclusión Antártica. Sólo el «Maître CoQ IV» (Yannick Bestaven) estaba todavía al mediodía delante del frente en un flujo muy fuerte de NNW y con vientos que pueden llegar a 45 nudos y rachas de 55-60 nudos debido a la canalización producida por la Cordillera de los Andes.

Tomando una ruta más al sur y pasando a unas sesenta millas al sur del Cabo de Hornos, debería evitar el núcleo con los vientos más fuertes y las olas más grandes. Las condiciones seguirán siendo muy duras. Esta es la baja más fuerte encontrada por la flota desde que dejó Les Sables d'Olonne.

Para el grupo que persigue a Charlie Dalin, las condiciones deberían ser un poco menos difíciles, pero aun así con viento W y grandes mares residuales. Tendrán que trasluchar varias veces antes de llegar al histórico cabo entre 36 y 48 horas después del primero”.

En el puesto 15 de la clasificación, la británica Pip Hare tiene problemas con la electrónica de a bordo del «Medallia»: “A media mañana me despertó un error en el piloto automático que hizo que el barco trasluchara. Me las arreglé para volver a levantarnos, comprobé los daños y redirigí al piloto para que se sumergiera en otra trasluchada. Cuando comprobé los datos del viento, noté que era totalmente cero, así que puse el timón en la brújula y comprobé la varilla del mástil. Todavía no estoy muy segura de lo que pasó. Con los prismáticos desde cubierta estuve observando el anemómetro y ya no gira, está atascado. Muy extraño, pero ciertamente no son las condiciones adecuadas para subir al mástil.

A bordo de «Medallia» he estado trabajando con mi cerebro al máximo para tratar de encontrar una solución a un problema de rendimiento con mis datos de viento… Finalmente he utilizado un anemómetro de cubierta que he tenido que compensar con el piloto automático para poder navegar de forma segura…”.

Quien ha tomado la decisión de tirar la toalla ha sido Sébastien Destremau, aunque aún se lo está pensando. Ya inició la regata con problemas varias, previos a la salida con las baterías del motor eléctrico y la fabricación de una prolongación de una capota rigida sobre la bañera desde la cabina (un desastre). A medida que avanzaba hacia el Atlantico Sur cada poco tiempo tenía que resolver otras averías, siempre en la cola de la flota. Y en el océano Índico su «Merci» ha seguido erre que erre; desde el día 17 de diciembre ha perdido contacto con la flota navegando descolgado, hoy se encuentra a más de 1.300 millas del penúltimo «Stark» de Ari Huusela, a 220 millas del meridiano de cabo Leeuwin y a 700 millas al suroeste del puerto australiano de Perht.

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