Ruta del Té
«IDEC Sport» rompe el récord de la Ruta del Té
Francis Joyon y tripulación invierten 31 días, 23 horas, 36 minutos y 46 segundos entre Hong Kong y Londres, rebajando en 4 días, 3 horas y 26 segundos el récord del «Maserati en 2018»
A las 07:37:33 horas UTC de hoy miércoles, 19 de febrero de 2020, el maxi trimarán «IDEC Sport» cruzó la línea de llegada de la Ruta del Té bajo el puente ingles Queen Elizabeth II en el río Támesis. La tripulación formada por Francis Joyon, Bertrand Delesne, Christophe Houdet, Antoine Blouet y Corentin Joyon, finalizaba una travesía de 15.873 millas náuticas a una velocidad media de 20,7 nudos dirección oeste por el mar de China y los océanos Índico y Atlántico; y el haber bordeado el cabo sudafricano de Buena Esperanza; con un resultado de récord tras 31 días, 23 horas, 36 minutos y 46 segundos entre Hong Kong y Londres.
Este récord Ruta del Té fue más difícil de lo esperado para el marino Francis Joyón. El sábado 18 de enero, decidieron con la bendición de su asesor meteorológico, Christian Dumard, soltar amarras y dejar atrás las enormes aglomeraciones urbanas de Hong Kong y Shenzhen. La navegación por el mar de China la realizaron con una brisa del noreste que impulsaba a «IDEC Sport» en una ruta eficiente hacia el Estrecho de Sonda, que es la puerta de entrada al océano Índico entre Sumatra y Java. Joyon llegó allí con una ventaja de casi 300 millas sobre el récord después de 4 días de navegación mágica y rápida. La tripulación estaba encantada con las largas playas paradisíacas de arenas blancas de Malasia. «IDEC Sport» entró en el Océano Índico con cierta aprensión debido a la amenaza, muy lejos de la costa de Madagascar, de la llegada de ciclones tropicales. Los vientos alisios, que habían sido tan poderosos en la salida un mes antes, habían dejado el océano Índico y así Francis, Christophe, Bertrand, Antoine y Corentin tuvieron que bucear un largo camino hacia el sur para encontrar su salvación. A una latitud de 35 grados Sur, Francis disfrutó una vez más de la incomparable luz del Océano Índico y Corentin pudo por primera vez observar con cierto asombro sus primeros albatros.
Unos ocho días los llevó desde el estrecho de Sonda hasta cabo de Buena Esperanza, lugar dónde acumulaban una ventaja de 824millas respecto al récord de «Maserati» en 2018 tras 14 días, 17 horas y 29 minutos después de zarpar de Hong Kong. La corredera del «IDEC Sport» les indicaba que habían navegado 7.590 millas a una velocidad media de 21,7 nudos y que aventajaban en 1 día, 8 horas y 56 minutos el trimarán italiano. Números que hacían presagiar un escenario muy favorable para el ascenso desde el Atlantico Sur hasta el paso del Ecuador, pero que fue todo lo contrario entre golfo de Guinea y la zona ZCIT (Zona de Convergencia Intertropical); de ostentar una renta de 740 millas a hundirse en una desventaja de 84 millas por detrás el récord de Giovanni Soldini.
Paciencia y cautela para soportar unos momentos tan negativos a bordo del «IDEC Sport», han sido las fortalezas mentales que Joyon les ha tenido que inculcar a su tripulación para poder darle la vuelta a la situación. En la madruga del 12 de febrero el programa informático de ruta del «IDEC Sport» marcaba -3,4 millas cuando estaban a 1.647 millas de las islas Azores; en el momento de cruzar el archipiélago portugués (a las 12:49:11 horas del 16 del 2 de 2020) el marcador ya les era favorable con 355 millas de ventaja y les quedaban 1.484 millas para la llegada.
Están a 324 millas del final, son las 11 de la mañana de ayer martes 18 de febrero y entran en aguas del Canal de la Mancha a una velocidad de 27 nudos y con 1.20 millas de saldo favorable. Y a las dos de la madrugada de hoy miércoles ya están situado para encarar las ultimas 50 millas hacia el estuario y aguas del río Támesis. Pero irónicamente, en plena noche y sin gasoil a bordo para cargar las baterías, hasta el extremo de no poder utilizar el radar, ni el sistema AIS, ni el ordenador de a bordo; así que Francis tomó la decisión decelerar el barco y esperar a tener luz en cuanto amaneciese. Con el viento de morro, necesitaron realizar sesenta maniobras navegando con una trinqueta a proa y la mayor rizada hasta la mitad de su superficie.