Vendée Globe

El gran dilema en los IMOCA: velocidad o seguridad, o foils o derivas laterales

Charlie Dalin: Estaba realmente al límite… ya no sabia que hacer para reducir la velocidad del «Apivia». Kevin Escoffier ya está en tierra tras ser evacuado por la fragata Le Nivôse

@DuryAlonso

Los cuarenta rugientes del Índico Sur han puesto a prueba a los novísimos IMOCA con super hidroalas. Sobre el papel los patrones sabían que los foils tienen un rango de utilización muy concreto en función de las condiciones meteorológicas, estado de la mar e intensidad del viento. Las últimas noches les ha permitido conocer los límites de estos nuevos apéndices navegando en latitudes australes.

Hoy, a las 18:00 horas (10 de noviembre de 2020), se cumplen 32 días y 4 horas de regata Vendée Globe; con el líder de la flota situado en el paralelo 41° Sur y 93° Este. Hace cuatro años, en la edición de 2016-2017, para el ganador de la regata Armel Le Cléac´h era su día 26 a bordo del «Banque Populaire VIII» y su día 32 lo situaría al sur de la isla de Tasmania (Australia), 2.300 millas más al este que el actual líder «Apivia».

Seis de diferencia entre estos dos barcos son muchas jornadas para poder recuperar en lo que le resta de ruta a los participantes de la Vendée Globe 2020-2021. Cierto es que hay un componte que esta fuera del control de los patrones como son las condiciones meteorológicas. Pero en lo relativo a la evolución del diseño de los IMOCA de hoy en día todo obedece a la experiencia adquirida y a rango de incertidumbre de cual será el barco ideal en todas las condiciones durante una vuelta al mundo.

Charlie Dalin esta realizando una regata muy cerebral, cada paso que da es función de sus capacidades y las prestaciones del «Apivia» hasta que de repente las condiciones meteorológicas superan las expectativas: "El destino me hizo perder mi "información del viento" dos horas antes de que comenzara la tormenta. Nunca sabré qué fuerza máxima tuve que enfrentar y tal vez sea malo para siempre". ¿Sólo indicadores para entender la dureza del momento? Las sensaciones, el rozamiento infernal del viento en el material, la fuerza generada cada vez que su IMOCA caía al vacío en el seno de las olas, esos fuertes pantocazos contra el mar... "Estaba realmente al límite. En un momento dado, no sabía qué hacer para ir más despacio”.

Tan al límite que tuvo que replegar los foils y enrollar las velas de proa, rizar la mayor para intentar decelerar el barco al máximo; vamos, que a Dalin solo le faltó lanzar el ancla de capa por la popa.

Entre este grupo de cabeza, que les separa 500 millas entre el primero y el décimo, siete de los IMOCA utilizan hidroalas (dos ellos son barcos modificados para poder llevar foils), mientras que el trío formado por «OMIA – Water Family», «Yes We Cam!» y «Groupe Seguin» no llevan foils, además de ser veleros con unos cuantos años, dos de los patrones participan por primera vez en la Vendée Globe y navegan con velocidades entre los 17 y 15 nudos mientras que los “voladores” van a unos 10 nudos si quieren sus patrones que el barco no se les rompa.

Una referencia en la evolución de los “foils” podría ser la instalación que se realizó en el PRB, barco botado en 2009, que se hundió hace unos días al romperse por la mitad a pesar de que Escoffier se había preocupado de reforzar el barco al máximo. La combinación velocidad, pantocazos salvajes, estructura y seguridad no resultó como se esperaba. Charlie Dalin compite con un IMOCA nuevo, pero claramente ya le ha visto las orejas al lobo y para poder acabar la regata él está apostando por la seguridad.

En cuanto a la velocidad de los IMOCA, días antes del inicio de la regata, se comentaba si se superaran singladuras de más de 500 millas y la probabilidad de que cayera el récord de 24 horas de 2016 de Alex Thomson de 536 millas náuticas. Hasta la fecha solo cuatro patrones han superado las 500 millas de 24 horas al día: Ruyant (515.3 nms), Sébastien Simon (508.9), Charlie Dalin (505.5) y Alex Thomson (501.8); todos ellos entre los días 20 y 21 de noviembre.

Kevin Escoffier ya ha puesto pie tierra tras desembarcar de la fragata francesa Le Nivôse en el puerto de la isla de Reunión. A las 09:30 horas locales, las 06:30 horas francesas, desembarcaba del buque militar junto al capitán Frédéric Barbe. Muy agradecido Escoffier por las atenciones recibidas de toda la tripulación de la fragata:

“Todavía estoy un poco melancólico hoy en tierra. No importa qué hora sea. Es una fase de transición que siempre es complicada. Todavía tengo una decepción: haber renunciado a la Vendée Globe, haber perdido un barco. Todavía lo tengo en la cabeza, por supuesto, aunque también me beneficié humanamente de esta aventura marítima. Lo disfruté con Jean Le Cam, fue una gran historia. También con la tripulación de Le Nivôse, fue una gran historia. Pero todavía estoy un poco dividido, todavía no es fácil. Me alegraré de volver a ver a mi familia, pero sigo melancólico y decepcionado por haber tenido que abandonar la Vendée Globe. Trabajé muy, muy duro dos años para eso. Agradezco a la Armada francesa, Jean Le Cam, la organización de la regata. También agradezco a mi equipo técnico, el equipo PRB…. Sin todo eso, hubiera sido un poco más difícil. No soy digno de compasión, en absoluto. Comí bien, pude dormir un poco. ¡Descubrí una nueva profesión de marino que no conocía! Intento tomarlo todo de manera positiva. Pero de nuevo, es una sensación extraña y mixta. Siento que fue mucho más complicado para mi familia que para mí, así que no puedo esperar a encontrarlos. No debemos olvidarlo…. ¡Vivimos nuestra pasión e imponemos ciertos eventos a quienes nos aman que nos gustaría evitar!".

También hay otras interesantes historias en esta Vendée Globe como el homenaje que Bernard Stamm hizo a la inglesa de 46 años Pip Hare, y a su compatriota Alan Roura; por sus esfuerzos en el IMOCA Superbigou que construyó con un presupuesto ajustado para la edición de 2000, que lamentablemente se tuvo que retirarse a principios de la regata.

Stamm recordó hoy: “El barco no se construyó como esperaba. Esperaba pedir prestado algo de dinero para hacer los moldes y luego encontrar un patrocinador que les mostrara los moldes en lugar de un programa detallado. Me vi obligado a pedir prestado todo el dinero necesario para construir todo el barco. Muchos amigos y gente de Lesconil y veraneantes que estaban allí vinieron y me ayudaron a construir este barco. El barco finalmente se terminó unos meses antes del inicio de la Vendée Globe 2000. Gasté mucho en la estructura básica y estaba bien construida. No tuve tiempo de trabajar en partes como el mástil. Así que el mástil vino de Isabelle Autissier, el pedestal de los winches de Laurent Bourgnon, los embragues de Alain Gautier y así fue como el barco pudo zarpar en la Vendée Globe 2000. Fue un esfuerzo humano fantástico. No sé cuántas millas ha recorrido, pero esta es la quinta vuelta del barco al mundo. Yo diría que entre 300 y 400.000 millas. Estoy orgulloso de verlo y de ver lo que está haciendo Pip y lo que hizo Alain. Se las han arreglado para hacer algo que yo no hice y es dar la vuelta al mundo en este barco ".

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