Trofeo Julio Verne
«Gitana 17» tendrá un control de vuelo automático en los apéndices para el Jules Verne
Batir el récord de vuelta al mundo a vela sin escalas en menos de 40 días y 23 horas esta imponiendo la mejor tecnología a bordo de los trimaranes Ultime
La llegada del marino Franck Cammas al seno del equipo Maxi Edmond de Rothschild ha marcado un punto de inflexión en las prestaciones del «Gitana 17». Si sus armadores habían decidido construir un multicasco oceánico que volase sobre los océanos, Cammas mantiene esa filosofía como el hecho de que se instalase en la parte trasera del travesaño de popa una lona para mejorar la aerodinámica del barco y poder ganar la Brest Atlantique; que ya han replicado a bordo del Sodebo Ultim3 con vistas al récord vuelta al mundo.
Guillaumer Verdier ha sido el arquitecto naval que, junto a otros ingenieros del propio equipo y otras empresas, concibiese este trimarán volador de 32 metros de eslora, 23 metros de manga, 15,5 toneladas de desplazamiento, que puede desplegar 650 m2 de superficie velica y navegar a unos 27 nudos de velocidad con 15 nudos de intensidad de viento; puesto en el agua el 17 de julio de 2017.
«Gitana 17» navega volando sobre sus apéndices con foils. En cada flotador hay un foils que se puede se puede mover 2° hacia proa y 4° hacia popa sobre la vertical. Los tres timones incorporan foils transversales que pueden trimar su ángulo hasta los 6°, y los de los flotadores se pueden izar en su totalidad. La orza central cuenta con otro foils en “t” que admite un ajuste de 2°. Proceso que se realiza a través de un circuito hidráulico con una bomba principal que gestionan en la bañera central; la cual también permite controlar la caída del mástil 5° a cada banda.
Se podría pensar que todos estos ajustes son de poco valor viendo que el rango de grados es bajo; podría ser, pero la realidad es que con un ángulo de viento de 110° y con diferentes intensidades de viento su velocidad puede ser: 13 nudos de viento navegar a 22 nudos, viento 18 nudos velocidad 32 nudos, viento 25 nudos velocidad 40 nudos. Las 15,5 toneladas de desplazamiento pasan de 49,5 m2 de superficie mojada a tan solo 4 m2
El siguiente problema que tenia que resolver el equipo Gitana era que el barco pudiese mantener una velocidad media alta; ya en el origen de diseño de planteó como mantener estable la estabilidad longitudinal que la han resuelto con los foils en “t”, pero una vuelta al mundo a vela con tripulación reducida sobre un super maxi trimarán volador puede ser una cuadriga desbocada en los mares australes.
La solución la han encontrado con la instalación de un control de vuelo a bordo del «Gitana 17», lo mismo que llevan los aviones para controlar la estabilidad horizontal y vertical; tarea que realiza en sincronía entre el piloto automático y los alerones, flaps y timones del avión (de profundidad y cola); pero en el caso de este trimarán tendría que ser mucho preciso, más parecido al control de vuelo del 747 que transporta el telescopio “Sofia” (Stratospheric Observatory For Infrared Astronomy) de la NASA (único observatorio volador del mundo), donde la aviónica controla el sistema de vuelo del avión, su piloto automático y el ángulo al que debe de trabajar el telescopio de infrarrojos que pesa unas veinte toneladas. .
El control de vuelo ya se esta utilizando en los nuevos AC75, a bordo hay un tripulante y otros dos más que se encargan de esta función. En cada virada se cambia de banda dejando al patrón en barlovento, y el se coloca a sotavento. Las velocidades que alcanza el nuevo barco Copa América pueden llegar a los 50 nudos, no le permiten al patrón distraerse mucho ya que tiene bastante lío con llevar el timón. Y más temprano que tarde el control de vuelo también se implantará en los nuevos IMOCA voladores por cuestiones de seguridad para los navegantes solitarios.
La nueva flota de super maxi trimaranes Clase Ultim 32/23 se concibió para la vuelta al mundo a vela en solitario sin escales ni ayuda externa partiendo y finalizando en el puerto de Brest. Pero tras los problemas que hubo durante la Rute du Rhum de 2018 -«Gitana 17» tuvo que abandonar por rotura de la proa del flotador de estribor, y la pérdida total del nuevo «Banque Populaire IX» tras volcar cerca de Finisterre- ganada por el «IDEC Sport» por tan solo 7 minutos sobre el «Macif».
Este escenario marco la decisión en el seno del equipo Gitana de garantizar el modo volador del trimarán «Gitana 17» en todo momento, pero con la máxima seguridad a bordo utilizando un sistema integrado de navegación, la electrónica e hidráulica.
“El control de vuelo es como romper la barrera del sonido antes que los demás -Franck Cammas, patrón del «Gitana 17»-; será más fácil llegar al siguiente nivel y hacer que el barco vuelo más rápido”. El sistema está centralizado entorno a un controlador que recopila información en varios captores, permitiendo realizar cinco acciones por segundo. Por ejemplo, puede actuar sobre el elevador de la orza para regular la escora y los timones para estabilizar el trimado del barco. En algunas condiciones de mar el controlo de vuelo será más efectico y en otras el tripulante mejor que el controlador".
Para Cammas: “Vamos a intentar utilizar el control de vuelo con moderación y usarlo cuando sea más efectivo. Podemos ganar hasta un 5% del rendimiento del barco, lo cual es significativo”. Lo que teóricamente supondría navegar 1,35 nudos por encima de la velocidad media del actual poseedor del récord Jules Verne.