Vendée Globe
Disputa por el decimoquinto puesto en la línea de llegada Vendée Globe
A 350 millas de Finisterre, pelea entre los reconvertidos con foils: «La Mie Câline- Artisans Artipôle», «La Fabrique» y «Time For Oceans»; y el de última generación «DMG MORI Global One»
Con más de 92 jornadas de navegación vuelta al mundo, cuando son las y a 350 millas de cabo Finisterre, el grupo formado por los marinos Arnaud Boissières (15º), Alan Roura (18º), Stéphane Le Diraison (17º) y Kojiro Shiraishi (16º) se están peleando por cuál de los cuatro cruzará la línea de llegada en el puesto decimoquinto.
Entre estos IMOCA «La Mie Câline- Artisans Artipôle», «La Fabrique» y «Time For Oceans», el «DMG MORI Global One» las diferencias entre ellos son abismales, aunque todos llevan “foils”. Los tres primeros fueron botados hace once años con derivas laterales rectas, configuración que modificaron sus respectivos patrones para esta Vendée Globe 2020-2021. En el caso del IMOCA japonés ya fue diseñado con las hidroalas, pero Kojiro Shiraishi se hundió en la clasificación por las averías que sufrió a bordo del «DMG MORI Global One», la peor durante el descenso del Atlántico en la zona de Canarias por rotura en la vela mayor.
Alan Roura, en el puesto 18º, se queja de las difíciles condiciones meteorológicas entre las Azores y el Golfo de Vizcaya: "Es miserable este tiempo... Un minuto estoy aquí el 10 por la tarde y al siguiente el 11 por la mañana. Estoy en cámara lenta, es un horror. Me están sacudiendo, el viento pasa de 20 a 40 nudos en 2 segundos. «La Fabrique» estaba haciendo casi 30 nudos en el oleaje y luego, una parada en el buffet a 8 nudos, tirado en el interior antes de volver a arrancar. Insoportable. ¡Buen final de regata! Y me he quedado sin café para calmarme y olvidarme de todo.
Estoy seguro de que mis rivales también tienen sus preocupaciones, pero realmente siento que mi situación es la peor posible en estas condiciones. Corro el riesgo de colocarme tanto que no pueda avanzar en esto... Mantener una ruta al 80% ya es complicado. Así que estoy haciendo mi ruta al 75% en condiciones de viento fuerte, luego vuelvo a subir al 85%. No tengo ni idea de cuándo llegaré. Y entonces oigo ruidos que no había oído antes en el barco, los busco, pero no encuentro de dónde vienen. Los estoy buscando, pero no encuentro su procedencia, ¡para estar aún más tranquilo! ¡Pero no voy a dejarlo ir ahora!
Cali logró escapar, pero estamos muy cerca de Stéphane (Le Diraison). ¡Me va a molestar hasta el final! Llevo más del 95% de la regata con mi proa delante de la suya y voy a hacer todo lo posible para evitar que cruce la línea de llegada delante de mí.
A bordo todo va bien, me tomo un té tras otro, ¡es lo único que me queda!".
Pip Hare con el «Medallia» -botado en 1999, sin foils-, a solo 50 millas de este grupo observa la disputa entre ellos. Y encima está navegando muy rápido, la corredera de a bordo marca 15,6 nudos y el mismo dato su VMG. A la que se despistan los “gallos” igual se les cuela con el fuerte viento de poniente durante la entrada en el Golfo de Vizcaya, que la tendrán que hacer por la zona de Finisterre, desde donde tendrán que lidiar con una baja presión que, dentro de 36 horas, presumiblemente su centro estará a 150 millas al oeste de Le Sables d´Olonne.
Cruzando las Azores navega Dídac Costa con el «One Planet One Ocean» en el puesto 20º, a 475 millas de Pip Hare. Costa no lo tiene más fácil que el grupo de IMOCAS que navegan delante de él. Los trenes de borrascas entre Canadá y Europa se mantienen, y en muchas ocasiones los ficheros de predicción meteorológica están dando información errónea.
En la comunicación de esta mañana, Dídac comentó que estaba yendo un poco más lento para dejar pasar una borrasca que le llega por el oeste: “… a lo largo del día de hoy, y en la noche, ya empezaré a ir un poco más rápido… acercándome a Le Sables d´Olonne. Ahora tengo unos 20 a 25 nudos de viento, y la mar que está subiendo poco a poco, hay un poco de ola… Esta Claro que queda muy poco, tienes una mezcla en el cuerpo entre el cansancio y estas cerca de la llegada, con ganas de llegar. Ayer revise el barco, tiene un pequeño golpe en el timón de estribor que no había visto, pero está bien, no vibra. Por lo demás aguantar con la energía que queda, con la motivación para llegar. Me llegan algunos mensajes de los aficionados españoles que me siguen, pero ahora hay que estar muy concentrado porque aun quedan millas para finalizar”.
Prudencia de Dídac Costa, tiene claro que le faltan 1.370 millas para finalizar su segunda Vendée Globe; y aunque son pocos los días de navegación hasta Le Sables d´Olonne, sabe que entrará en una zona con mucho tráfico marítimo de buques mercantes y pesqueros. Situación que le exigirá estar muy atento a todo lo que se mueve a su alrededor cuando sus fuerzas ya están muy mermadas por el desgaste que impone una regata como es la vuelta al mundo a vela en solitario.