GOLDEN GLOBE RACE
Aleix Sellés: «Lo que me ha sucedido es vergonzoso, pero mi sueño sigue estando ahí»
Una empresa francesa no le proporciono el mástil de su barco y no pudo tomar la salida
El navegante Aleix Sellés, el único español que iba a competir en la Golden Globe Race -Vuelta al Mundo en Solitario sin instrumentación y sin escalas- y que no ha podido tomar la salida porque no le llegó el mástil de su barco, ha explicado que, "lo que me ha sucedido es vergonzoso, pero mi sueño está ahí y yo quiero dar la vuelta al mundo que era y sigue siendo mi ilusión; espero poder hacerlo antes que después".
El sigue junto a su equipo en el muelle del puerto de Les Sables d' Olonne. Sentado en la cubierta de su barco, el 'Onsoro', indica verdaderamente contrariado que "ahora necesito unos días para seguir pensando como seguir trabajando en mi proyecto. Ahora me toca reorganizarme, pensar un poco y coger un poco perspectiva después de este año, que ha sido un año largo e intenso en el que he aprendido mucho".
Sellés, barcelonés de 34 años e ingeniero naval de profesión, no pudo tomar la salida con el resto de competidores el pasado día 4 y tampoco pudo hacerlo ayer, día 11 (fecha límite para hacerlo), al no disponer del nuevo mástil que debía estar listo cuando el barco llegara a Les Sables, el pasado 12 de agosto.
Comenta que, "cuando llegué, el palo no estaba terminado como me habían prometido, ya que debía haber estado terminado a primeros de julio. Intenté contactar la empresa, pero estaban de vacaciones. A final lo conseguí y me dijeron que estuviese tranquilo, que iban a llegar a tiempo y que en un par de días iba a tenerlo".
"Estuve personalmente varios días en la empresa AG+ en La Rochelle a quien le había encargado el mástil en marzo. La penúltima vez vi que no se avanzaba y que quedaban dos o tres días de trabajo. Después de haberse dado la salida de la Golden Globe Race(GGR), el pasado día 4, volví allí y vi que no se había adelantado nada", ha continuado.
Para demostrar a la organización de la GGR su interés en competir, el día 4, le puso al barco un aparejo de fortuna y acompañó al resto de competidores a la salida.
"Durante la pasada semana estuve mejorando el barco y volví a la Rochelle. No se había hecho nada en el mástil y todo eran excusas absurdas; ni tan siquiera habían hecho un cálculo estructural para el mástil , "ha revelado.
"Hace cinco días nos dijeron que no sabían si este mástil era el adecuado para el barco y por eso no trabajaban en él; algo ridículo y vergonzoso; ahí me dejaron totalmente fuera de juego y decepcionado porque me lo podían haber dicho en mayo" , se lamenta muy contrariado.
"La parte positiva es que ahora tengo este barco y los dos hemos hecho un largo camino juntos. Creo que es muy buen barco y si seguimos trabajando juntos lo vamos a conseguir. Vamos a ver como avanzo y en qué dirección" , ha concluido
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