Motonáutica

Espíritu de superación en moto de agua

Jennifer Hervouet y Sandrine Lecompte son sordomudas y participaron como uno más en la final del circuito europeo AquaX en El Balís

Jaume Soler

Esta es la historia de Jennifer Hervouet (Montaigu, 21 septiembre 1979) y Sandrine Lecomte (Le Mans, 31 agosto 1976), dos pilotos francesas de motos de agua que compiten junto a los mejores del continente en el circuito P1 AquaX, y que ha tenido como sede final el Club Nàutic El Balís en la localidad barcelonesa de Sant Andreu de Llavaneres.

Pero Jennifer y Sandrine tienen una particularidad con respecto al resto de pilotos, son sordomudas. No escuchan ni hablan, pero eso no es un impedimento para que puedan estar luchando con los mejores.

Son inseparables en las competiciones, se interrelacionan con el lenguaje de los signos cuando están en tierra, pero en el agua todos son iguales, los únicos signos son las banderas y las boyas. A partir de ahí todos navegan en igualdad de condiciones.

Aunque son rivales en el agua, ambas compiten en la categoría Spark, en puerto se complementan sin problema. Fue normal verlas montar en bicicleta para desplazarse por Port Balis, desde el Wet Pit –lugar donde están montadas las carpas de los equipos- y el edificio social donde se realizaban los breefings cada mañana.

Coinciden en que el hecho de no poder oír puede ser un hándicap “a lo mejor sí, pero lo intentamos suplir mostrando nuestra habilidad”, explica Jennifer, que reconoce que su amistad con Sandrine es anterior a las carreras “cuando yo era más joven ya practicaba deportes extremos” y fue “Sandrine la que me trajo su pasión por las motos de agua”.

A Sandrine la pasión por la gasolina le viene a través de los genes y el hecho de ser de Le Mans eso ayudó “Mi padre trabajaba en las 24 horas de Le Mans, siempre me ha gustado la mecánica y el agua, con lo que yo opté por el jetski”.

El hecho de competir en la misma categoría con hombres creen que no es un impedimento, como explica Jennifer “No se nota. La combinación de hombres y mujeres en el agua no se nota, lo que puedan tener ellos nosotras lo podemos suplir con tener más habilidad” y Sandrine apunta que “no hay ningún hombre más fuerte” . Y los resultados lo corroboran, Hervouet es actualmente la líder del Campeonato de Francia de Slalom y acabó tercera en la última prueba de la temporada en El Balís.

Jennifer antes de competir en motos de agua lo hizo en deportes de cancha como el baloncesto, voley y gimnasia “pero este es un deporte individual y extremo”.

Sandrine tiene claro que “cuando me voy al agua, desconecto con todo lo que me rodea. No oigo nada, con lo que visualmente me concentro para lograr mi objetivo” .

Lo que más les apasiona es “el placer de navegar y sentir a flor de piel la competición, es un deporte físico y mental bastante difícil” .

El que se quedó a las puertas de la victoria fue el tarraconense Jordi Tomàs (Sea-Doo) en la categoría Spark. Tomàs se lo jugó todo en la última manga con el francés Philip Salobier (Kawasaki), quién acabaría llevándose la victoria superando en cuatro puntos al piloto catalán.

Espíritu de superación en moto de agua

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