Diseño
Arkema, un mini revolucionario
Ideado por Lalou Roucayrol y diseñado por Romaric Neyhousser, el nuevo barco es un rompe y rasga con todo lo visto anteriormente en esta clase
Los Mini 6.50 ya tienen una trayectoria en el tiempo, durante el cual se han visto constantes evoluciones, normalmente pequeñas pero suficientemente significativas. Como también ocurre en otros tipos de barcos, que a veces se produce una revolución que rompe con todo. Eso es justo lo que ocurre con el nuevo Mini 6.50 Arkema.
Ideado por Lalou Roucayrol y diseñado por Romaric Neyhousser, el nuevo barco es un rompe y rasga con todo lo visto anteriormente en esta clase, cogiendo innovadores conceptos ya probados en diferentes tipos de barcos, pero nunca antes aunados en un solo.
Tratándose de un barco para competir en regatas oceánicas y de altura, la solución de la vela ala no sirve tal como se conocía hasta ahora
El casco sigue la tendencia de la clase, proa redonda con mucho volumen, y a partir de ahí todo cambia radicalmente. Su aparejo es un palo ala inspirado en los de Copa América, con la parte delantera y trasera articuladas. Como salvedad que no es una ala rígida, sino con tejido de vela convencional. Es un mástil autoportante, sin jarcia, aunque equipa un estay para poder envergar las velas de proa y burdas altas para estabilizarlo. Como sutileza, el punto de anclaje del estay no es fijo, sino en montado en un corto carril por donde desplazarlo horizontalmente y permitir un poco de movimiento al botalón de proa, que también innova en la clase al ser central y escamoteable dentro del casco.
Tratándose de un barco para competir en regatas oceánicas y de altura, la solución de la vela ala no sirve tal como se conocía hasta ahora. Ahí han dado una importantísima vuelta de tuerca. Para poder rizar la mayor, ésta puede deslizarse por el mástil mediante una driza y poder reducir trapo tomando “rizos”.
Los apéndices del nuevo diseño son algo nunca visto en la clase Mini. De las habituales derivas rectas y verticales, el Arkema pasa a dos foils con un sistema para que pivoten y cambiar su inclinación lateral, a la vez que pueden esconderse, para evitar el rozamiento del de barlovento. Al igual que la quilla canteable, el sistema para mover los foils es mecánico mediante sendos aparejillo de poleas.
El Mini Arkema desplaza 800kg, de los cuales 350 son de lastre, habiendo logrado estas buenas cifras gracias a su construcción en sándwich de carbono
El barco está en fase de pruebas de cara a la próxima Mini Transat, donde tal vez pueda sufrir algún problema de juventud, pero nadie duda que supone un giro irreversible del concepto de la clase Mini 6.50, salvo que alguna nueva norma de su reglamento decida lo contrario. A buen seguro que los actores principales de la clase IMOCA 60 están muy pendientes de su evolución para tomar buena nota de sus prestaciones, su fiabilidad y sus ventajas técnicas.
El Mini Arkema desplaza 800kg, de los cuales 350 son de lastre, habiendo logrado estas buenas cifras gracias a su construcción en sándwich de carbono. En rumbos de ceñida la superficie vélica es de 44 m2, llegando a 107 m2 en portantes. Con seis metros y medio de eslora, sus 3 metros de manga, las formas de su carena y sus revolucionarios foils insinúan unas prestaciones potenciales jamás vistas en esta clase.
No parece casualidad que el nuevo proyecto de Roucayrol cierre perfectamente el círculo de su alianza con Arkema. En este caso, su colaboración va más allá de un escaparate publicitario, pues el barco ha sido construido en buena parte con materiales de la empresa de productos químicos, entre ellos una resina 100% reciclable, que se suma a las innovaciones de diseño y tecnología de este proyecto.