Sergio W. Smit - Poniendo la proa
Semana Santa en pelotas
A un montón de empresas turísticas, y en particular del sector náutico, la Semana Santa «temprana» les ha pillado de improviso
Ya ha pasado la Semana Santa y para el turismo náutico en España ha sido un alivio el ver terminar un complicado invierno donde los recursos de las pymes se han visto mermados por la archiconocida temporalidad, y potenciada por la cansina incertidumbre económica causada por la atroz clase política europea.
El rezo común de los empresarios del sector, que he oído a lo largo de este primer trimestre del año, ha sido «menos mal que la Semana Santa cae pronto este año» pero ha llegado y muchos no han logrado llenar las arcas.
El problema es que no se ha puesto el mismo ímpetu en llegar al día D con la empresa reluciente y lista para recibir a esos turistas ávidos de sol, playa, chiringuitos y agua de mar que en bendecir por que el inicio de la temporada se haya adelantado un mes.
Los empresarios náuticos, y sobretodo los vinculados a los servicios, deberían planificar, anticiparse y diseñar una estrategia para la temporada
Esta Semana Santa he tenido la suerte de poder gestionar bastante bien mi tiempo pudiendo asistir a inauguraciones de nuevas empresas de turismo náutico, leer mucho, analizar algunas iniciativas del sector y disfrutar de la familia. Todo esto desde mi casa, en alguna marina o puerto que he visitado y en la playa (desde donde escribo esta reflexión).
El resultado de estos días ha sido que he visto a un montón de empresas turísticas, y en particular del sector náutico, que esto de la Semana Santa «temprana» les ha pillado en pelotas, lo que se ha traducido en energía negativa en la empresa en cuestión y como consecuencia, en clientes descontentos. ¿Para eso queremos una Semana Santa que empiece a finales de marzo?
Los empresarios náuticos, y sobretodo los vinculados a los servicios, deberían planificar, anticiparse y diseñar una estrategia para la temporada. Y no por semanas, como hacen muchos, sino casi de año en año para que si, por ejemplo, se necesitase una inyección de “Cash Flow” para comenzar al 100%, se pueda gestionar de forma adecuada y sosegada. Esa aportación financiera en el momento oportuno, bien negociado con los interlocutores propicios, puede suponer el empujón definitivo para que se multipliquen los beneficios del ejercicio del año.
Por suerte o por desgracia, la Semana Santa ha pasado y pese a que parece que poco se puede hacer ya, es el momento de rectificar, si es necesario, para llegar al siguiente asalto con la maquinaria bien engrasada y el ejercito bien entrenado.
Pero antes de rectificar, será el momento de recopilar datos de la Semana Santa, analizarlos y focalizar cuales son los objetivos para conseguir llegar a la nueva meta. Sin lugar a dudas esto se debería haber hecho durante el último trimestre del 2015, como poco, pero nunca es tarde si la dicha es buena.