Otra legislatura en blanco

Fue épico. ¿Se habrían dado cuenta que el deporte lo debe de gestionar un deportista? Nuestro gozo en un pozo. Era puro espejismo. Pasó la legislatura y María José Rienda no movió ni el primer peón. Ya no solo se interesó por comprobar la nefasta Ley del Deporte que tenemos y que ella ha sufrido en sus carnes, sino que ni tan siquiera preguntó por ella. La Presidenta del Consejo Superior de Deportes hizo lo que sus antecesores en el cargo, fotos, fotos y más fotos con nuestros héroes.

De verdad que siento vergüenza ajena de esta situación que se alarga ya desde 1992, cuando Gómez Navarro parió esa Ley del Deporte, que no ha evolucionado nada hasta ahora.

No sé qué es lo que ha hecho la esquiadora en la poltrona del CSD. Tampoco ha metido mano en las Federaciones, algunas con unas cuentas de verdadera vergüenza, ni ha tratado de esclarecer un poco lo que está pasando en el Comité Olímpico Español, en el que se están haciendo verdaderas cacicadas para mantener la poltrona. Y no digamos lo que ha ignorado a nuestro deporte, al que solo ha hecho caso en un par de presentaciones de regatas en claro compadreo con Julia Casanueva y Alejandro Blanco llegando a decir ambos que les apasiona la vela y que un día de estos se podrían el traje de agua.

No sé si Pedro Sánchez volverá a presidir el Gobierno de España, porque aun no lo ha elegido el Congreso, y tampoco sé sin se cambiará el Ministro de Cultura y por defecto a la Presidenta del CSD, pero lo que está claro y es un dato objetivo es que María José Rienda no ha dado la talla y ha defraudado a todos los deportistas que tantísimo esfuerzo hacen de Olimpiada en Olimpiada.

Seguro que ha contentado a los dirigentes subalternos del deporte español, ya que todos se han hecho la foto con ella y no les ha levantado las alfombras a ninguno, pero lo que es a la base del deporte español no le ha demostrado absolutamente nada. ¿Llegarán nuevos vientos al deporte español?