Jaume Soler - Tripulante 18
Con más ilusión que dinero
En este año 2017 habrán confluido las competiciones más importantes, como son la Vendée Globe, la Copa América y la Volvo Ocean Race
En este año 2017 habrán confluido las competiciones más importantes, como son la Vendée Globe, la Copa América y la Volvo Ocean Race. En todas ellas habrá representación española, y esto no lo pueden decir muchos países.
Eso se consigue primero por la ilusión de sus protagonistas y segundo gracias a la iniciativa privada, no nos engañemos. Algunos son proyectos más amateurs, caso de Dídac Costa en la Vendée Globe; otros nacidos más de la ilusión como el Spanish Impulse para la Youth America’s Cup y otros cien por cien profesionales como el del Mapfre en la Volvo Ocean Race.
Sin duda son tres formas muy distintas de ver la vela. También son tres competiciones en la que los objetivos son diferentes.
En la Vendée Globe hay dos tipos de proyectos, los profesionales como los de Armel Le Cléac’h o Alex Thomson que buscan ganar, y cualquier otra cosa no les vale; y los amateus caso de Dídac o Sébastien Destremau, por poner dos ejemplos de navegantes que hasta el último momento estuvieron en la cuerda floja para participar debido a las grandes dificultades económicas encontradas para ello.
«A pesar de las dificultades económicas por las que sigue atravesando la vela en este país, la ilusión de algunos por estar en primera línea de fuego sigue estando ahí»
Jaume Soler
En la Copa América se habla de otros números. Está claro que en la de verdad, por decirlo de alguna forma, no se llega si detrás no tienes un apoyo de un gran patrocinador, que en la mayoría de los casos viene de la mano del capricho de un multimillonario que donde no llega el patrocinio llega él, caso de Larry Ellison (Oracle) o Torbjon Tornqvist (Artemis). Y luego está la apuesta de futuro de la Red Bull Youth America’s Cup, a la que se puede llegar con una inversión infinitamente menor, y es en la que se han embarcado los del Spanish Impulse. Entraron en el último corte y a sabiendas que serán la cenicienta de esta competición, ya que a menos de tres meses para que se celebre la Copa América de los babies, su presupuesto se financia a base de pequeños patrocinios y mecenazgos. Con lo que con ellos, la cantera está asegurada.
Y por último la Volvo Ocean Race. En este caso Pedro Campos se ha convertido en el armador de los proyectos españoles que han participado de la última década, los Movistar, Telefónica y Mapfre. Lejos quedan el Licor 43, Fortuna y Galicia Pescanova. Campos ha liderado y conseguido armar barco desde las salidas que tuvo lugar desde Vigo a las tres de Alicante. Ha habido otros intentos como el de Pedro Perelló con Camper, pero la zapatera mallorquina finalmente optó por irse con los kiwis. Para esta edición se ha hablado también de la posibilidad de un segundo equipo español, aparte del Mapfre, no hay que perder la esperanza, lo cual sería también un golpe de efecto ya no solo para la propia vuelta al mundo, sino también para la vela española. Todo lo que sea sumar creo que es bueno para todos.
Lo importante es que a pesar de los pesares, y de las dificultades económicas por las que sigue atravesando la vela en este país, la ilusión de algunos por estar en primera línea de fuego sigue estando ahí.
Son tres ejemplos de hacer las cosas y de conseguir estando en la élite con más ilusión que dinero.