José Luis Suevos - Ganando barlovento
Este formato de VOR está caduco y terminado
Algo no se está haciendo bien cuando a estas alturas está despertando tan poco interés
Llevamos algunas etapas de la Volvo Ocean Race en la que los equipos llegan muy juntos, al menos los cuatro primeros. Eso puede indicar dos cosas, o que hay una igualdad extrema entre ellos o que por alguna razón se van esperando para que las últimas 300 millas sean un poco más interesantes, al menos, mediáticamente.
Está claro que este formato de la Volvo Ocean Race está completamente acabado. Los VO 65 controlados en todo momento por la organización son demasiado iguales y no dan la emoción que daban los VO70 de antaño y no digamos nada la que había en las verdaderas vueltas al mundo, la Whitbread, aquellas que navegaban Peter Blake, Chris Dickson, Javier de la Gándara, Jan Santana...
Algo no se está haciendo bien cuando a mi, personalmente y a gran parte de mi entorno, no le hacen ni caso a la regata exceptuando las últimas 300 millas, en las que los fallos son más determinantes que los aciertos.
Me dicen no sé qué de que la próxima edición va a tener el concurso de los IMOCA 60. No es muy creíble esta insinuación ya que la clase IMOCA no creo que se deje prostituir por la VOR ya caduca y sin interés.
Antes, las etapas del sur se seguían con suma atención a pesar de los pocos medios que había. Eran regatas muy competidas en la que los barcos no se rompían y había garantías de que iba a ganar el que mejor lo había hecho. hace un mes, la etapa entre Auckland e Itajaí, después de más de 7000 millas, los barcos entraron demasiado juntos, y en la pasada etapa, entre Itajaí y Newport solo valieron las últimas 5 millas después de la gran paliza que se dieron los equipos.
Opiniones para todos los gustos, pero lo que está claro es que esta regata no es el Everest de la vela oceánica y mucho menos una regata que vaya a ser perpetua en el calendario internacional. Como acción de marketing y como para fanfarronear delante de los clientes está bastante bien, pero viéndola desde un punto de vista más técnico, la regata es «una vuelta por el mundo vendiendo coches y camiones».
Ya no quedan apenas etapas y las que quedan son por Europa. El equipo español lidera con puntos de ventaja suficientes como para que nadie le sorprenda. A mi, personalmente, me ha decepcionado mucho el «Brunel», de Bekking y el «DongFeng», de Caudrelier, este último con un presupuesto infinitamente superior a los demás, pero lo que más me ha defraudado ha sido el seguimiento que hemos tenido los que nos hemos quedado en tierra. Las imágenes eran buenas, pero la realización, todo un desastre.
En fin, que a este formado de vuelta al mundo le quedan dos telediarios y uno ya lo ha consumido.