Dury Alonso - Desde el Pontoon

Desambiguar la vuelta al mundo VOR 2021 (I)

No es una regata, es un círculo vicioso para concentrar riqueza y poder, porque el actual modelo de gestión va contra la épica y la aventura oceánica

Pretender relanzar una regata que lleva años en la unidad de cuidados intensivos; sobreviviendo a base del dinero que le inyectaba la empresa de automóviles Volvo, los patrocinadores y los puertos etapa. Que los propios organizadores en la edición de 2005 ya dijeron, durante una conferencia que dieron en la casa da Cultura de Pontevedra (entre los ponentes se topaba un oligarca de la organización española) porque no les interesaba la regata como competición, sino que era un elemento de apoyo para sus acciones de marketing y relaciones públicas, lo mismo que hicieron en los circuitos internacionales de golf (el Volvo Master de Golf entre 1988 y 2009) o del concurso hípico (de 1978 a 1999 patrocinó la Copa Mundial de la FEI) ; y que no querían tener más de diez veleros (en la última edición tan solo seis embarcaciones) según los cálculos de una matriz que manejan para el análisis de los índices de retorno de la inversión vía difusión, según ellos al haber más participantes la marca Volvo iría perdiendo protagonismo.

Querer hacer creer que el futuro está en la suma de las Clases IMOCA OPEN 60 y de los VO65, que será lo más rentable para amortizar la inversión de los patrocinadores (la estadística logra milagros matemáticos); es lo mismo que decir que en la actualidad la democracia es el mejor sistema político (invención de los atenienses griegos, y muy criticada por Sócrates) cuando está demostrado que son oligarquías; que también acontece en las federaciones nacionales deportivas para la elección de presidente, procedimiento donde el deportista nos es más que un convidado de piedra, un impávido del sistema.

Ciertamente la dinámica social va desbocada con la aparición de las nuevas tecnologías. La televisión fulminó a los medios de comunicación tradicionales (pasando del homo sapiens al homo videns, como dijo Giovanni Sartori sobre la sociedad teledirigida), y la llegada de Internet está provocando una gran burbuja con la información digital y las redes sociales tipo Facebook, Twiter, Instagran, WhatsApp, Youtube, etc.; que en estos momentos ya empiezan a sufrir un importante retroceso de liderazgo, que acabará con una canibalización de estas. Así que, pretender el máximo retorno del patrocinio utilizando la tecnología para hacer llegar imágenes en directo de a bordo al estilo gran hermano cuando los espectadores desconocen el 99% de la terminología náutica, que solo les llamará la atención el poder ver a un tripulante en plena deposición enseñándoles las heces después de digerir comida liofilizada, está muy lejos del romanticismo, la épica y los valores humanos de una regata vuelta al mundo. Que se sepa, hoy en día las regatas vuelta al mundo no son una necesidad, no son un producto de gran consumo; y de serlo tampoco consta que los promotores de la V.O.R. preguntasen al público, al consumidor de la información, si les interesa en vez de utilizarlos como moneda de cambio en el análisis económico del ROI (retorno de la inversión del patrocinio).

A menos de un mes de la celebración de la transoceánica Route du Rhum entre los puertos de Sain-Malo y Pointe-à-Prite, sobre una distancia de 3.500 millas; regata en solitario nacida 1978 y que se celebra invariablemente cada cuatro años. Tendremos la ocasión de apreciar nuevamente el potencial de los monocasco IMOCA 60, los que veinte años más tarde quiere incorporar V.O.R. para la próxima edición de 2021-22. Los cuales, hace unas semanas, durante la celebración del Défi Azimut dieron un espectacular recital con el uso de los foils alcanzando velocidades de treinta nudos en solitario y con tripulación. Entre ellos el OPEN 60 «PRB», botado en 2010, que con la incorporación de unos grandes foils ganó la prueba de altura; y el novísimo «Charal» hizo lo propio en la prueba de velocidad con tripulación.

Con todo ello, la nueva fórmula de participación para 2021-22 de la V.O.R. se aproxima más a una ensaladilla rusa variedad ibérica que a la original; que no la creo un ruso sino un cocinero franco belga estando en Rusia en 1860, al que también le hicieron las cuentas con una receta aparecida en un libro de 1845 de un cocinero italo-británico jefe de cocina de la reina Victoria.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación