Juegos Olímpicos Tokio 2020
El diario de Helena de la Gándara: Los hombres de hielo
El área de embarcaciones en Enoshima es un centro de concentración de calor y humedad pese a que uno piense que al estar a los pies del mar se está más fresco.
Los deportistas del “ESP Sailing Team” han sido entrenados para poder funcionar al máximo rendimiento en estas situaciones de altas temperaturas y humedad, con entrenamientos específicos en cámaras que simulaban las condiciones que tenemos en estos JJ.OO.
Condiciones muy complicadas para poder estar preparando el equipo antes de salir al mar, pero en el momento que nuestros deportistas ponen un pie fuera del container español se convierten en “los hombres de hielo”.
Cuando vemos a nuestros regatistas con ese ya característico chaleco amarillo, similar al que se usa en obras o cuando uno tiene una avería en carretera, la razón de vestirlo no responde a ninguna de estas premisas. No se nos ha roto el autobús, ni vamos a subir a una grúa.
Para mitigar tantas horas de condiciones extremas al aire libre el equipo olímpico español de vela ha traído a Japón lo que algunos llaman de manera jocosa “las rebequitas”.
Desde fuera parece un simple chaleco de color amarillo con volumen pero cuenta con compartimentos interiores de fácil apertura rellenos de unas bolsas con gel helado y que duran hora y media en estas condiciones. Los deportistas cuentan con dos juegos de recambio que van sustituyendo a lo largo del día.
Estos chalecos se usan sobre todo para aparejar y estar en la zona de embarcaciones con un primer recambio disponible. Los otros dos juegos de bolsas de frío van dentro de neveras en la neumática del entrenador y si es necesario, entre regata y regata, los deportistas lo usarán con el fin de refrescarse algo tras el esfuerzo deportivo.
¿Pero qué pasaría si hubiera tres regatas en una jornada? Sin problema, el regatista aún podrá mitigar las condiciones extremas con otro tipo de almohadillas de gel para no tener que cambiar estas especias de almohadones y ni desvestirse en el agua.
Y por si nos quedamos cortos cuentan con unas telas tipo toallas especiales para nuca y brazos, que se mojan en agua fría y al dar un tirón se enfrían aguantando el frío durante más de una hora.