Entrevista: Manolo Ruiz Elvira
Ruíz Elvira: «Hay una epidemia de "foils" como si no existiera nada más»
«de aquí a un año veremos a los tripulantes manejando a los barcos de una manera que no vamos a anticipar ahora.»
Es ingeniero naval, lleva más de treinta años vinculado a todo el movimiento de la regata Copa América. Vivió el nacimiento de los barcos IACC (International Americas Cup Class) para la edición del año 1992 después del punto de inflexión que se produjo en 1988 entre el defensor «Stars & Stripes» (Team Dennis Conner) y el retador «KZ1» del banquero neozelandés Sir Michael Fay sobre la interpretación de la «regla original de la regata».
Después de tres campañas con los «desafíos españoles», en 2001 entró a formar parte del equipo suizo «Alinghi» de Ernesto Bertarelli, y en 2007 paso a diseñador senior del equipo estadounidense «Oracle» de Larry Ellison durante cuatro campañas.
Una de sus pasiones profesionales es el famoso VPP (Velocity Prediction Program), un programa que permite conocer el rendimiento de un velero en función de las condiciones del viento, el diseño del casco, la configuración del plano vélico, etc. Lo que le llevo a presentar en 2015 su tesis doctoral, la cual se basa en el diseño de una herramienta general para la predicción de las prestaciones a vela: «Metamodelo del barco a vela».
¿En estos momentos que está haciendo, y dónde?
Ahora, después de un fallido intento de volver a la Copa América con el posible equipo de Malta, que al final no salió, desde hace algún tiempo que estamos trabajando, a parte de algún proyecto pequeño de barcos, en simuladores de vela con un objetivo de transformar el VVP en el que he estado trabajando durante mucho tiempo pero un poco más adaptable a las necesidades tanto para diseño, para entrenamiento de tripulantes, prácticamente para todo lo que se nos pueda ocurrir.
Hablando de la actual Copa América. Cierto es que el que gana esta regata pone sus normas para la siguiente edición. ¿Cómo profesional qué cree que supone este nuevo reglamento?
No lo sé, efectivamente cada equipo que gana pone las reglas. En este caso ha sido un poco más complicado, con acuerdos por medio, de los que no conocemos muchos detalles; al final, no solo el defensor, sino que otro equipo ha tenido mucha relevancia en cuanto a que clase de barcos se iban a usar, con lo cual es una sensación un poco anómala, pero el resultado al final es una clase de barcos. Creo que a los diseñadores nos importa mucho menos mientras haya una regla y algo interesante, trabajamos con lo que haya. Son barcos muy distintos, son barcos muy rápidos. Hay aspectos de estos barcos que mucha gente tiene ciertas dudas, pero es difícil anticipar lo que va a ocurrir. Incluso la capacidad de los tripulantes de hacer cosas ahora lo consideran difíciles de alcanzar es enorme; yo creo que de aquí a un año veremos a los tripulantes manejando a los barcos de una manera que no vamos a anticipar ahora.
Siempre se dice que aquello que se desarrolla en la alta competición al final se aplica más tarde en la construcción de nuevos veleros de crucero como es el caso de los «foils». ¿Y en el caso del nuevo AC75 para la 36ª edición de la Copa América?
No veo grandes soluciones de estos barcos que se vallan a convertir en algo utilizable a una escala distinta; creo que no. Dicho esto, sin duda buena parte de la tecnología y del conocimiento que se genera en el diseño y la construcción, y navegando con estos barcos, sin duda se va a transmitir al campo más general de la vela deportiva. Además de distintas maneras, los tripulantes van a aprender incluso de las soluciones que no funcionan, los diseñadores también; nos va a ayudar a mejorar el conocimiento general de los efectos físicos que ocurren en un barco. Eso produce una transferencia de tecnología que es mucho menos visible que la de adoptar un tipo de vela, un herraje para manejar estos barcos No veo un barco normal que tenga unos brazos, unos «foils» pesados que tenga que levantar; no veo estas mayores con doble capa que pesan el doble que una mayor normal, con una ventaja de rendimiento prácticamente inapreciable. La escala del tamaño, todo es distinto. Creo que decía Martin Luter King, que «no hay progreso sin lucha, sin un esfuerzo de luchar contra algo».
Según Benoit Lebizay, Socio y Director del astillero Gunboat, el cual tiene previsto instalar «foils» en sus catamaranes rápidos, como así explico durante la conferencia: Navegando rápido en regata y cómodamente utilizando «foils», junto a Loïck Peyron y Vincent Lauriot-Prévost. ¿Cómo visiona esta opción de instalar «foils» para que sean más ligeros y veloces?
Aquí hay dos aspectos distintos. Primero, los «foils» no son nada nuevo, antes de la segunda guerra mundial ya había algún barco de vela que navegaba con foil, algo absolutamente experimental. Pero el conocimiento ha aumentado mucho, es mucho más fácil ahora de lo que era el medir y calibrar que beneficio en resistencia, en sustentación, proporciona un foil frente a un barco más ligero que navegue en desplazamiento. Hay que distinguir entre los barcos que navegan volando sustentados solo por «foils», son aquellos barcos en los que los «foils» asisten para reducir el desplazamiento del barco, para aumentar su estabilidad. El primer caso de los barcos que navegan completamente en «foils». Ahora hay una epidemia en «foils» como sino existiera nada más. Creo que el sentido común se impondrá y no todo el mundo los utilizará.
