Vela

Aina Bauzá establece un nuevo récord transatlántico a vela

PROEZA

31 días y 34 minutos es el nuevo récord transatlántico Cádiz - Bahamas de navegación en solitario en un monocasco

Objetivo: Batir un récord mundial entre Cádiz y San Salvador (Bahamas)

El enorme reto de Aina Bauzá: «Estoy más que preparada»

Aina Bauzá hace historia. ÓSCAR TORVEO

La Voz

Cádiz

Con una travesía de 30 días, Aina Bauzá, la regatista del Club de Vela Puerto de Andratx, ha marcado un hito al establecer el nuevo récord transatlántico de navegación en solitario en un monocasco, partiendo desde Cádiz hacia las Bahamas el pasado 3 de marzo. El World Sailing Speed Record Council (WSSRC), organismo encargado de los Récords Mundiales de Vela, certificará este logro, convirtiendo a Aina en la primera persona en completar esta travesía entre Cádiz y San Salvador en solitario en un monocasco, la primera mujer en hacerlo y la primera navegante en una embarcación de 21 pies, es decir, de 6.5 metros, con tan sólo 29 años de edad.

Inicialmente, el objetivo era cubrir las casi 4.000 millas náuticas que separan Cádiz de San Salvador en menos de 21 días, sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas retrasaron su llegada. «La meteorología no ha permitido coger la ruta más corta, he tenido que bajar muy al sur para mantenerme en la zona de vientos favorables y hacer muchas más millas de las previstas», explicó Aina. Finalmente, recorrió aproximadamente unas 4.800 millas en 31 días, con velocidades punta que han alcanzado los 18 kn.

Una meteorología caprichosa

Aina Bauzá se ha enfrentado a una meteorología impredecible a lo largo de toda la travesía. Durante la primera fase del viaje, se topó con tres frentes fríos. Aunque la llegada a las islas Canarias fue positiva, experimentó algunas horas de baja velocidad debido al desvente en las islas. Más tarde, al adentrarse en el Océano Atlántico, tuvo que descender más hacia el sur debido a la proximidad del anticiclón de las Azores.

En la travesía por el Atlántico central se encontró con alisios que se intensificaron gradualmente, con días de vientos superiores a los 25 nudos y olas de hasta cuatro metros. Finalmente, al aproximarse al Caribe, una sucesión de hasta cuatro frentes fríos bastante activos le causaron un viento más variable y, sobre todo, lluvias con intensidades considerablemente elevadas.

Un desafío personal

Más allá del desafío mundial, esta travesía representó un desafío personal para Aina Bauzá. «Era la primera vez que estaba tantos días sola a bordo y el primer cruce del Atlántico». Durante más de 16 días, no avistó ningún rastro de vida humana, siendo sólo en aguas caribeñas, cerca de la llegada, cuando se cruzó con el primer carguero. «Lo vi en el AIS y no me lo podía creer, había un barco cerca, tuve que verlo con mis propios ojos».

También se sorprendió al encontrar una gran cantidad de basura en el océano: «Encontré un fluorescente de cocina o envases, tuberías... Me daba mucha lástima porque me era imposible recogerlo a la velocidad que navegaba».

Fue una historia contada en directo en las redes sociales y ahora planea compartir esta experiencia en un corto documental que se producirá en los próximos meses, narrando cómo fue vivir a bordo de una embarcación de 6,5 metros durante un mes sin las comodidades habituales: sin cama ni cocina ni un baño.

Próximos pasos: la vuelta a Europa

La navegante prepara ahora la vuelta a Europa, el Redó by Ànima Negra vuelve a Mallorca a bordo de la flota de Peters & May, colaborador de esta aventura. A pesar del éxito, Aina está ansiosa por nuevos retos y proyectos, aunque ahora le gustaría compartir la experiencia de navegar con más gente y aprender de otros navegantes.

«He navegado sola, pero esto no hubiera sido posible sin todo el apoyo recibido», asegura.

Este proyecto ha contado con el respaldo de numerosos patrocinadores y socios, entre ellos, destaca Ànima Negra que ha sido el principal respaldo de Aina Bauzá del inicio de su carrera oceánica y otras empresas mallorquinas como Astilleros de Mallorca, cuyo apoyo fue fundamental para preparar el barco para este desafío.

Además, B&G ha patrocinado la electrónica a bordo, Omniaccess ha facilitado la conexión satelital, PL Sails ha contribuido con el diseño de velas específicamente para el Redó, y Robline se encargó de la cabuyería, entre otros colaboradores cuyos detalles pueden encontrarse en el sitio web del proyecto.

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