Mutua Madrid Open

Sabalenka impone su mano de hierro para coronarse en Madrid

La bielorrusa hace valer la potencia de sus golpes para superar a Barty en la final del Mutua Madrid Open (6-0, 3-6 y 6-4)

Sabalenka EFE

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Con nueve saques directos y 25 golpes ganadores, concentración y energía a raudales, Aryna Sabalenka , 7 del mundo, se impuso en la final del Mutua Madrid Open a Ashleigh Barty, que batalló con la elegancia y la prestancia de toda una número 1, pero que no le dio para apaciguar la mayor voluntad, y potencia, de su rival. En una hora y 39 minutos, la bielorrusa golpeaba su último revés para levantar, en la Caja Mágica, el primer WTA 1.000 de su carrera y décimo título de su carrera. De los muchos que su tenis presagia.

En 28 minutos, Aryna Sabalenka ya se había llevado el primer set. El primer 6-0 en una final en la historia del Mutua Madrid Open. Había sacudido con furia de lado a lado y la tormenta de saques a casi 200 kilómetros por hora , restos igual de rápidos para quitar tiempo de respiración a la rival y reveses como latigazos habían arrinconado a Barty. La australiana, número 1 por puntos y por capacidad de adaptarse a las circunstancias, fue incapaz de sumar cuatro puntos al resto , tan efectivos los golpes de Sabalenka como ajustada la mirilla en un torrente de tenis y control que dejó a la Caja Mágica algo fría.

Llegaba la bielorrusa cargada de energía, no se había permitido perder más de tres juegos por set en esta semana en el Mutua Madrid Open y, además, vio cómo Barty le había robado la gloria en la final de Stuttgart. De ahí la furia en la muñeca, en la garganta en cada golpe, en los ánimos cada vez que conseguía un ganador.

Barty aguantó, sin un reproche, impertérrita por fuera. Se sentó en el banquillo con un 0-6 pero se levantó como si el partido fuera 0-0. Paso a paso, punto a punto, impuso el tenis de postín que guarda en su mano. A la perfección las dejadas y esos golpes cortados que fueron minando a Sabalenka en el segundo set, algo más incómoda al tener que agachar el cuerpo para levantar la pelota con las rodillas. También, claro, no era posible que la adrenalina mezclada con venganza fuera a permanecer en su mano para siempre.

Barty mostró que tanto se puede hacer un saque directo a 197 kilómetros por hora, que ajustado a la línea a 152. O que más efectivo puede ser un revés cortado suave y blandito que un relámpago cruzado sin control.

Pero esta Sabalenka ya no se deja llevar por las emociones en la pista. Se sienta en el banco y cierra los ojos mientras pone su respiración a tono. Volvió a calentar la mano, a hacerla efectiva y controlada. Aprendió a que Barty la sorprendiera con restos pegaditos a la red, pero se esforzó por devolverlos. Y después de la igualdad, de saber sufrir incluso con sus servicios -tres dobles faltas- , en el noveno juego, dio el zarpazo definitivo: break, grito, puño cerrado y turno de saque.

Allí, en los momentos en los que se nota quién está señalado para la mayor de las glorias, Sabalenka mostró arrestos y compostura. La mano no tembló en los saques ni tampoco en la derecha que consiguió poner el juego a su favor. Respiró y sacó en el último punto. Un golpe, dos golpes y Barty se queda sin respuesta. Los ojos de Sabalenka se fijan en su palco y se marca el baile de la victoria . Es campeona del Mutua Madrid Open 2021.

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