MUTUA MADRID OPEN
Recogepelotas, el tenis desde otra perspectiva
En cada partido de la Caja Mágica , los focos apuntan a las mejores raquetas. Nadal, Djokovic, Alcaraz, Pegula o Halep son los grandes protagonistas estos días. Pero el tenis no se concibe sin otras muchas figuras imprescindibles para que los torneos salgan adelante. Una de las más características es la de los recogepelotas. En el Mutua Madrid Open trabajan 150, niños en su mayoría, acompañados por 30 modelos. Actores secundarios, pero vitales en este deporte.
Poder acceder a esta privilegiada posición en las pistas no es tarea sencilla. Se exigen varios requisitos para formar parte: estar federado, formalizar la inscripción en los plazos estipulados y superar las pruebas de selección. Carlos Muñoz, coordinador de esta edición, explica que el perfil del solicitante son chicos entre 12 y 19 años que vienen de clubes de tenis de Madrid: «Repiten cada año unos 90 y entran 60 nuevos». Varios fines de semana previos convocan las pruebas y los entrenamientos. Allí, realizan juegos de pelota por el suelo, tiros de bolas rasa y simulación real de partidos.
ABC Daily se acercó al centro de organización de los recogepelotas. La visita de los medios de comunicación les apasiona. En ese momento una veintena de chicos de diferentes edades revoloteaban por la sala, amontonados en sus sillones y atentos a las instrucciones de sus coordinadores. Unos venían de las pistas, otros esperaban su turno y algunos jugaban entre ellos con sus móviles. Curiosa es la historia de Patricia Ramos , de 19 años, una de las recogepelotas más experimentadas, seis años ya dedicados a esta labor. Después de tanto tiempo explica que aún le motiva poder conocer a gente de edades diferentes, y que esa es la razón principal de que quiera seguir viniendo.
Cuando se apuntó por primera vez lo hizo con la ilusión de conocer a sus jugadores preferidos. «Ves el tenis desde otra perspectiva y de una manera más rápida», apunta. También explica que, con el paso de los años, ganas responsabilidades y entre todos forman una pequeña familia donde se ayudan en cualquier cosa.
De las últimas ediciones, Patricia guarda varias anécdotas, la más reciente esta misma semana: «Me di un golpe con la pared como el famoso recogepelotas de Almagro en Barcelona». Otra la vivió el año pasado: «Estaba lloviendo y le cogía la sombrilla a Herbert . Él me dijo que no me preocupara y acabó sujetándola él mismo y llamando a los demás compañeros. Acabamos todos juntos debajo de la sombrilla».
También tuvo una curiosa historia con Jelena Ostapenko : «Me estaba fijando en sus uñas y me preguntó si me gustaban». Le tocó varias veces participar en sus partidos, y cuenta que la letona se acordaba de ella siempre en la pista. No olvida tampoco su primera vez aquí: «Mi debut estaba lleno de gente. Entras con mucha presión a la pista y fue un partido de mucha tensión entre Kyrgios y Wawrinka ».
Por último, Patricia desea, en su probable última edición, poder asistir a Carlos Alcaraz , porque es de sus favoritos y tiene su misma edad.