Roland Garros
Andújar da la campanada y deja fuera a Thiem en primera ronda
El austriaco, finalista en dos ocasiones en Roland Garros, sucumbe en un partido a cinco sets en cuatro horas y 28 minutos (4-6, 5-7, 6-3, 6-4 y 6-4)
Nadal, hacia el catorce y la eternidad
Lo reconocía a este periódico hace unos días. Después de ganar US Open, su primer Grand Slam, se sintió vacío. Tampoco contribuyó a su regreso como campeón unas molestias en la rodilla que lo obligaron a no participar en varios torneos. Pero Dominic Thiem quería llegar a Roland Garros, donde se mueve de maravilla y en la que fue finalista en dos ocasiones, en 2018 y 2019.
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Sin embargo, el austriaco no ha podido superar su primer encuentro, acribillado por un Pablo Andújar al alza después de ganar a Roger Federer en Ginebra. Thiem, cuatro del mundo y la raqueta mejor situada como alternativa a Rafael Nadal en tierra, venció en los dos primeros sets, pero se quedó atascado en errores y con una estrategia ofensivísima del español, que acertó al restar al rival tan cerca de la línea de saque que le impedía pensar siquiera en el próximo movimiento. Cae en su estreno en un partido de cuatro horas y 28 minutos por 4-6, 5-7, 6-3, 6-4 y 6-4 .
C'est la remontada pour @AndujarPablo 🇪🇸 qui s'impose en 5 sets contre Dominic Thiem 4-6, 5-7, 6-3, 6-4, 6-4 💪🏻 #RolandGarros pic.twitter.com/rN8eOxwZdr
— Roland-Garros (@rolandgarros) May 30, 2021
De esta temporada de tierra, Thiem llegaba con muchas incógnitas, sin títulos ni victorias de especial relevancia, solo jugó en el Mutua Madrid Open, apeado por Alexander Zverev en semifinales (6-3 y 6-4), dos partidos en el Masters 1.000 de Roma (perdió contra Lorenzo Sonego por 6-4, 6-7 (5) y 7-6 (5)) y se apuntó a Lyon para ganar algo más de rodaje, pero no pasó del estreno ante Cameron Norrie (6-3 y 6-2).
Resbala también a las primeras de cambio en París, un torneo que le encanta y donde su tenis hace muchísimo daño. Fue semifinalista en 2016 y 2017 ; en la primera ocasión cayó ante Djokovic y en la segunda, ante Nadal, para calibrar los únicos que le pudieron frenar. Un paso más lejos llegó en 2019 y en 2020, pero el balear se conoce de maravilla estas pistas y le dio dos lecciones de campeonato en la final. En 2020 fue Diego Schwartzman quien lo privó de una quinta semifinal consecutiva en un partido tan duro como el que ha protagonizado ante Andújar, pues el argentino lo superó en un encuentro de cinco horas y 8 minutos por 7-6 (1), 5-7, 6-7 (6), 7-6 (5) y 6-2.
Día grande para Andújar, otro más, que se arrodilló como si no se lo creyera, pero ya va teniendo hechuras para creerse lo que quiera. De éxitos ya cuando muchos empiezan a mirar la jubilación, celebró la hazaña con los espectadores locales en perfecto francés. El conquense, 35 años, 68 del mundo, nunca había ganado un partido en el que perdiera los dos primeros sets. Pero ayer se olvidó de todo y de todos para ir, paso a paso, acobardando a su rival, que no era un cualquiera precisamente.
El austriaco se enredó en errores, algunos no forzados y otros provocados por el tenis guerrero del conquense, una piedra desde el fondo, piernas frescas a pesar del DNI y confianza para afianzar su juego y manipular la estrategia del rival.
Y tenía un arma más escondida en la memoria. Porque hace apenas unos días firmó la que, hasta ese momento, parecía la mejor victoria de su vida. Se enfrentó a Roger Federer -que hoy debuta en París- en el torneo de Ginebra, y aunque es verdad que el suizo aterrizaba en la tierra y en el circuito con apenas tres partidos en más de un año, Andújar vivió su mejor día. « Esta victoria [ante Thiem] es algo increíble, no puedo desmerecerla, sería algo egoísta, pero es que Federer es un mito ». Un capítulo precioso en su carrera al que ayer sumó uno más. «Soy un tío que nunca ha estado en las portadas, en los grandes focos, estas dos victorias es como si hubiera venido aquí Papá Noel. Me ha dado dos victorias que yo jamás pensé que se darían en mi carrera», admitía en francés. El español, que alcanzó los octavos en París en 2015, llevaba tres años seguidos despidiéndose del torneo en su primer día y reconoce que tendrá que bajar los pies a la tierra para afrontar la segunda ronda.
El cuadro de Roland Garros se queda, por la parte de abajo, sin el único jugador que había ganado un Grand Slam. Por la parte de arriba, sin embargo, donde circulan Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, viajan 59 títulos (Cilic ganó US Open en 2014).
