Roland Garros
Corretja radiografía a Schwartzman: «Su mérito es de aquí a la luna»
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De la supuesta carencia, Diego Schwartzman encontró una ventaja. «La gente me conoce por la altura», asumió en su día, más orgulloso que acomplejado porque, con solo 1,70 metros (eso dice su ficha oficial...), combate y tumba frecuentemente a tallos de casi dos metros. En el tenis de ahora, tan robotizado y en donde el saque y el primer golpe son fundamentales, los centímetros importan mucho, pero Schwartzman ha sabido adaptarse estupendamente, tanto que hoy, en Roland Garros, disputa su primera semifinal en un Grand Slam. Al otro lado de la pista, Rafael Nadal , un campeón soberbio al que ya tumbó en Roma hace tres semanas, un precedente que condiciona la cita de esta tarde (14.50 horas, Eurosport y ABC.es).
París no es Roma y «El Peque», así es como le llama todo el mundo en el circuito, admite que este, mucho más que cualquier otro, es territorio de Nadal, abrumadora la cifra de 98 victorias en 100 partidos. «Mentalmente debo estar muy preparado y físicamente también porque muy pocos han tenido la oportunidad de ganarle a cinco sets», resume el argentino, que ya hace dos años le planteó batalla en el mismo escenario e incluso le birló la primera manga antes de que la lluvia se aliara con el español. Este Schwartzman, sin embargo, es mucho más poderoso y ya se cree que puede luchar con cualquiera , saciado el sueño de ser top 10 porque tiene asegurada la octava plaza del ranking ATP pase lo que pase.
Ayer, mientras Nadal se entrenaba con Carlos Moyá en un jueves gris, Schwartzman buscaba a un zurdo para descifrar a su enemigo de hoy. Repetía intercambios y pulía sus golpes, un tenista granítico que encima posee un físico asombroso. Llega después de cinco horas y ocho minutos de paliza con Thiem en cuartos , pero ha tenido tiempo de sobra para recuperar las piernas. Es, en esencia, un gigante que va en frasco pequeño y que tiene muchísimas virtudes, tantas que exigirá, seguro, la mejor versión de Nadal . «Tiene muchísimo mérito, pero el partido estará en la mano de Rafa, dependerá más de él», apunta Álex Corretja , comentarista de lujo de Eurosport y que desmenuza al bonaerense en su charla con ABC.
Radiografía de Schwartzman
Estilo de juego
«Básicamente, es un jugador muy disciplinado, muy consistente. Basa su juego en convertirlo en una pared, cometer pocos errores y en moverse muy bien», aporta Corretja, dos veces finalista en París y el único español que ha ganado la Copa de Maestros.
Revés
«Tiene un revés perfecto. Le beneficia que la pelota no esté picando tanto porque él es relativamente bajo para el tenis de hoy. Tiene un golpeo muy plano y muy directo. Tira muy bien el cruzado, pero también cambia bien al paralelo».
Drive
«Bastante buena. No es matadora, pero va metiendo mucha bola y sabe mover bien la mano».
Saque
«Su servicio es bastante regular. Es simplemente cortadito, pero al botar tan poco la bola ahora mismo se convierte en un saque incómodo. Cuesta mucho atacarlo. Además, su resto es bastante profundo y ataca desde el primer intercambio».
Físico
«Puede estar cinco o seis horas jugando. Como él sabe que sus cualidades físicas son muy importantes, las trabaja muchísimo. Schwartzman se pasa horas y horas en el gimnasio con su preparador. Suple la falta de altura con toda esa disciplina física. Además, tiene margen para recuperarse de la paliza del partido contra Thiem, son casi 70 horas. Puede pasar factura, sí, pero yo en 1998, en tercera ronda, estuve cinco horas y 31 minutos contra Gumy y llegué a la final. Lo suplirá con la ilusión que tiene».
Poder mental
«Su mérito es de aquí a la luna. Que una persona que mide 1,70 metros como Schwartzman sea capaz de ganar tantos partidos, sea top 10 con los gigantes que hay... Demuestra la personalidad que tiene».
La tiene, claro que la tiene, y ahora se le respeta como lo que es, una de las mejores raquetas del planeta. «Voy a dar lo mejor de mí jugar con agresividad y tratar de hacer algunas cosas diferentes a las que hice en Roma» , apunta Nadal, buen amigo de Schwartzman y al que tenía muy controlado antes de aquella derrota en el Foro Itálico de hace unos días (ahora van 9-1 en el cara a cara). «Lo más reciente es lo de Roma, él parte con ligera ventaja. Pero es verdad que estamos en un torneo especial para mí. Las condiciones son más favorables para su estilo de juego, pero tengo que buscar mi camino para hacerle daño y tener opciones de ganar. En semifinales es siempre un partido difícil, acepto el reto con la máxima ilusión», concluye el balear.
Nadal está listo
Nadal llega a esta ronda después de cuatro partidos bastante sencillos y unos cuartos exigentes ante Jannik Sinner, en donde fue de menos a más y tiró de experiencia para mejorar su irregular puesta en escena. Ese tercer parcial es el camino, pero el duelo de esta tarde no tendrá nada que ver. «Lo lógico es pensar, viendo cómo juegan los dos, que será un partido largo», introduce Corretja, quien también ofrece su opinión sobre el estado del campeón de 19 grandes. « La actitud de Rafa está por encima de cualquier jugador . Se sobrepone y siempre encuentra una solución a los problemas desde muy pequeño, es la educación que le han dado. Lo volvió a demostrar ante Sinner», dice el extenista. «Tiene experiencia y es muy valiente en situaciones límites».
La de hoy, sobre el papel, tiene su riesgo, pero considera Corretja que Nadal está listo. «El cuadro para él ha sido muy cómodo. Necesitaba partidos y los ha tenido. Ha llegado muy fresco a semifinales, de las veces que más de su carrera. No le falta mucho, falta que cuando le pongan a prueba sepa responder , y creo que responderá. Es difícil que pueda hacer cosas mucho mejor: con esta pelota le va a costar siempre tirar mucho más largo de lo que está tirando, si hace viento es difícil que pueda golpear más fuerte... Está donde está. Tiene que seguir con ese ritmo y entrar mucho en pista. Cuando está pasivo, esta pelota no le hace nada, necesita ser muy incisivo».
Schwartzman, que trabaja con Juan Ignacio Chela, no se conforma. «Estoy feliz, pero esto sigue», exclama, ambicioso por naturaleza. Confirma así que el tamaño, a veces, importa poco, dispuesto a tumbar hoy al mayor de los gigantes que ha existido en el tenis, dispuesto a pelear con el rey de París.
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