Paula Badosa, de promesa a favorita

También Paula Badosa estrena unos cuartos de final de Roland Garros , y de Grand Slam, y también admite que el trabajo mental ha sido fundamental en este crecimiento que descubre ahora París como antes lo hizo Serbia (primer título WTA), y antes Madrid (semifinales) y antes Charleston (semifinales). Es un paso más lejos del que dio aquí el curso pasado, y más cerca de la Badosa que siempre soñó ser. Hoy, contra Tamara Zidansek ( 12.00 horas, Eurosport ), tiene otra oportunidad de probar que puede con todo, algo que su entrenador, Javier Martí, sabe desde hace tiempo y trata de ayudar a su pupila a entenderlo. «Tenis tenía desde hacía tiempo, pero necesitábamos crear un entorno en el que se sintiera cómoda, con buenos profesionales, pero también buenas personas en las que pudiera confiar. El proceso era personal, sin mirar tanto el resultado, sino lo que era ella. Los octavos en París el año pasado sabíamos que no era real. Había que crear un cuadro completo: cambiar mental, físicamente, hasta la alimentación, y también el tenis: ser más agresiva, el segundo saque, variar más… ha sido un cambio general», explica Martí.

Porque, admite, cuando Badosa lo llamó para entrenarse juntos, en septiembre de 2020, estaba en un momento muy bajo. «Cuando la vi entrenar fue una locura, tenía un golpeo de bola tremendo, pero mentalmente no estaba bien. Estaba muy focalizada en ‘si gano soy muy buena, si pierdo no valgo para esto’ . No disfrutaba el proceso. Si dependes totalmente de los resultados es muy difícil evolucionar». Su experiencia como jugador ha servido de mucho a Badosa, pues a él lo comparaban en sus primeros años con Nadal, y a ella, con Sharapova. Y el peso de la responsabilidad hizo mella en ambos, aunque a Martí también le pudo una lesión en el codo. «Veía gente con la que yo jugaba llegar muy arriba y yo no estaba allí. Fue duro y lo pasé mal psicológicamente, pero me ayudó a entender muchas cosas que ahora le sirven a Paula. Sé lo que es que la gente espere grandes cosas de ti . Hay mucha conexión entre nosotros y sabe que puede hablarme de cualquier tema y lo comprenderé, y tendrá siempre mi humilde opinión y experiencia».

Con 23 años el camino está asentado entre la profesionalidad y cierta libertad de movimientos, para que entrene duro, pero también desconecte. Como resultado, por el momento, estos cuartos de final, que se toman como un partido más, al estilo Simeone, sin mirar tanto el ranking como lo que puede hacer Badosa, y es mucho. «En el circuito femenino la número 90 te puede ganar a una top 10. Y Paula ha entendido que no importa dónde esté la rival en la clasificación, sino qué puede hacer contra esa contrincante», indica el preparador, cuyo papel también va adaptándose a las necesidades de su pupila. «Ahora el trabajo más importante es comprender que hasta hace nada no era de las favoritas y ahora juega ese rol, que ha cambiado por completo . Los resultados, no sé si me los esperaba tan buenos, pero sí sabíamos que podían llegar. Tiene posibilidades de ganar a cualquiera, pero sabe que, a este nivel, también puede perder con cualquiera. Será un partido duro. Pero Paula es ambiciosa y eso es muy bueno», zanja.