Carreño, firme hacia los octavos

Después del golpe moral que supuso perder las semifinales del US Open contra Alexander Zverev tras llevar dos sets de ventaja, a Pablo Carreño le costó regresar. Perdió en Roma contra Rafael Nadal en un partido en el que parecía haberse quedado sin energía. Pero ha llegado Roland Garros y el asturiano vuelve a reivindicarse entre los grandes. Superó a Roberto Bautista por 6-4, 6-3, 5-7 y 6-4 en tres horas y 22 minutos.

Ya en octavos, Carreño, que nunca había ganado en un Grand Slam a un compatriota, se gana una nueva oportunidad de seguir en el camino hacia algo grande.

Empezó muy sólido el asturiano, muy concentrado y con sus potentes golpes atinados hacia los ángulos. Le puso en muchos problemas a Bautista , que se vio perdido en el segundo set y hasta pidió la asistencia médica. Pero se rehizo para levantar un break en contra al inicio de la tercera manga y meterle en la cabeza de Carreño viejos fantasmas tras superar los dos primeros parciales .

El castellonense logró su propósito, poner nervioso al asturiano, que no pudo rentabilizar su buen juego, algo menos eficaces sus golpes, más temblores con el servicio, y cedió la tercera manga. Mostró entonces calma, paciencia y esa lección aprendida del US Open. Volvió a dirigir el juego , a sacar sus buenas maneras y a doblegar a un Bautista cada vez más exhausto y menos respondón.

Final muy duro para ambos, apoyado Carreño en la red esperando a Bautista tras el último punto, pero ya en octavos de Roland Garros por segunda vez en su carrera. En 2017 pisó los cuartos de final , pero una lesión lo obligó a retirarse en su encuentro contra Rafael Nadal. «Estoy contento con mi nivel. Estoy siendo agresivo y me gusta este camino», admitió el asturiano a pie de pista.

Ahora se medirá con Daniel Altmaier , 186 del mundo, sorpresa del torneo tras llegar de la previa y que ganó en la jornada de hoy a Matteo Berrettini por 6-2, 7-6(5) y 6-4 en 2 horas y 15 minutos.