Tenis
El regreso más esperado de Nadal
El balear deja atrás cinco meses de dudas y suma rodaje en Melbourne antes del Abierto de Australia
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La vuelta al tenis de Rafa Nadal siempre es uno de esos acontecimientos que se esperan con ganas. En este 2022, el regalo de Reyes ha sido esta vuelta de forma oficial al circuito en Melbourne en un partido individual –jugó, y ganó, el encuentro de dobles con Jaume Munar el martes a los argentinos Sebastián Báez y Tomás Etcheverry (6-3, 3-6, 10-4)– con la ilusión de afrontar una temporada más regular y prolífica que la de 2021. Por datos, con dos títulos, uno de los menos prolíficos.
En 2019 jugó 65 encuentros, 49 en 2018 y 80 en 2017. En 2016, con periodos de ausencia más largos de lo habitual, 53 partidos. El curso pasado, fueron siete torneos, 29 partidos distribuidos, sobre todo, en la primera mitad del año: cuartos de final en el Abierto de Australia, el Masters 1.000 de Montecarlo y el Mutua Madrid Open, los títulos en el Conde de Godó y en Roma y las semifinales de Roland Garros. Ahí, Nadal se quedó clavado primero por la espalda y después, con el pie izquierdo, con esa lesión recurrente, el síndrome de Muller-Weiss, que lo acompaña desde siempre. Cinco meses de parón y de dudas. Una de las ausencias del circuito más largas en sus veinte años de carrera.
Sin Wimbledon ni los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, regresó en agosto en el ATP 500 de Washington, pero dos partidos –una victoria ante Jack Sock (6-2, 4-6 y 7-6 (1)) y una derrota contra Lloyd Harris (4-6, 6-1 y 4-6)– le indicaron que todavía faltaba para estar en plenas condiciones. Dos meses parado y un tratamiento complejo . «En estos cinco meses hemos vivido muchos momentos de incertidumbre porque el pie no mejoraba. Decir adiós a la temporada pasada no fue fácil, y menos para alguien como él, al que le gusta tanto la competición. Ha habido momentos bastante duros, pero su fuerza de voluntad es impresionante», admite Carlos Moyá, en una entrevista a ATP.
Reapareció en el torneo de Abu Dabi, con dos derrotas, ante Andy Murray y Denis Shapovalov, y lógica falta de confianza. Y además, el contagio por coronavirus. Más días de parón. Pero recuperado, y en el calor de Australia, Nadal se entona, avistado su objetivo de este inicio de curso, un Abierto de Australia que comienza el día 17. « Históricamente siempre ha vuelto a un gran nivel tras lesionarse . Y confiamos en que lo haga de nuevo», admite Moyà. Pasó los primeros días entrenándose y sorprendiendo por la intensidad de los ejercicios. Y pidiendo perdón a los aficionados al no poder firmar autógrafos por protocolo anticoronavirus. Tuvo a Jaume Munar, a Grigor Dimitrov y a Andy Murray como sparrings y se apuntó al ATP 250 de Melbourne, en las mismas pistas que el Grand Slam australiano, para desentumecer las articulaciones y coger confianza en los apoyos del pie lesionado. Debuta esta madrugada (sobre las 3.30 hora española) contra Ricardas Berankis.
Fiel a la hoja de ruta que tantos éxitos le ha deparado, el balear hace este paso intermedio por un torneo de entidad menor antes de encarar el Abierto de Australia porque competir le ayuda a competir . En 2018 y 2019 estrenó el año directamente en Melbourne Park. En cambio, en 2017 participó antes en el torneo de Brisbane para afianzar sus rutinas y convencimiento tras una campaña, la de 2016, también complicada.
Aunque también es fiel a su equipo, y a no cambiar lo que funciona, ha incorporado este año a Marc López a su banquillo. Nuevas orientaciones y consejos para sumar más mordiscos, más Grand Slams, y permanecer en esta lucha por la eternidad que mantiene con Roger Federer, que no está en Australia por lesión, y con Novak Djokovic . «Está más que preparado para que le vaya bien. Las garantías son máximas, pese a que lleva tiempo sin jugar. Tengo la seguridad de que lo va a hacer bien aquí», expone Moyà. El primer paso, recuperar automatismos y la adrenalina de la competición para volver a ser Nadal cinco meses después. El siguiente paso, a partir del 17 en el primer grande del curso, que ganó en 2009 y donde fue finalista en cuatro ocasiones más. Nadal ya llena sus pulmones de tenis.
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