Open de Australia
Las claves de la final Nadal-Federer
Español y suizo se miden en un partido muy esperado por todo el mundo del tenis
Australia, el que más cuesta
Nadal tiene 14 grandes y solo uno en Australia (2009 ante Federer). Por varias circunstancias, es el Grand Slam que más le cuesta. En 2014 se le fue la final al lesionarse ante Wawrinka.
Cinco años en blanco
Federer no levanta un Grand Slam desde Wimbledon, en 2012. La cuenta se quedó en 17, y ahora tiene una oportunidad histórica. En Australia ha triunfado en cuatro ocasiones.
Buscar el revés del suizo
Como siempre, Nadal intentará hacer daño con sus golpes liftados buscando el revés a una mano de Federer. El español ha tenido éxito con esa fórmula, y sabe que también necesita que la derecha le funcione y tener buen porcentaje con su saque.
Presión al resto y subidas a la red
A Federer le interesa que el partido vaya rápido. Así que seguramente presionará al resto como ha hecho en esta fase de su carrera. También buscará la red, aunque enfrente está un excelente pasador. Su servicio es muy seguro y ha demostrado que está bien con su derecha.
Cinco horas más para llegar a la final
El físico de Nadal es una incógnita después de casi cinco horas contra Dimitrov, aunque siempre responde.
El negativo precedente de Australia 2009
Pese a tener un día más de descanso, en 2009 se dio el mismo caso y Federer perdió la final.
Tres años sin títulos en pista rápida
El último título en esta superficie llegó hace tres temporadas, en Doha 2014. No es la pista que más gusta a Nadal, pero tiene 16 trofeos en su museo, siendo el cuarto clasificado de los tenistas en activo por detrás de Federer (60), Djokovic (51) y Murray (32).
El segundo más veterano
En el caso de imponerse en la final, Federer, con 35 años y 174 días, se convertiría en el segundo jugador más veterano en lograr un grande en la era open. Ken Rosewall sumó tres coronas con más de 35 años, e incluso brilló en Australia con 37 años y 62 días.
Dominio en las finales
En el cara a cara, Nadal gana con autoridad. Y de esos 34 duelos, 21 son en finales, con 14-7 para el español. Han luchado ocho veces por un major, con 6-2 para el mallorquín.
El consuelo de Basilea
Federer sufre mucho siempre que juega contra Nadal. Perdió la primera pelea en Miami 2004 y luego llegaron muchas más derrotas. Sin embargo, ganó la última vez, en Basilea 2015.
Entrada de Moyá y cambio de raqueta
Esta nueva versión de Nadal es muy parecida a la anterior, pero con ligeros cambios. Ahora tiene a Carlos Moyá en su equipo, al que escucha con atención. Él le propuso un cambio en la raqueta, y le ha puesto más peso en la punta a su Babolat para buscar potencia.
Una herramienta más grande
El helvético también ha cambiado su herramienta de trabajo y ahora su Wilson tiene un marco más grueso y una sartén más grande. Es más ligera y le permite tener más control. Federer sigue trabajando con Luthi, y ahora cuenta con los consejos de Ivan Ljubicic.
Opción de ser el cuarto
Desde 1991, cuando Courier venció en Roland Garros, no gana un Grand Slam un cabeza de serie número nueve. Si Nadal alza la copa, pasará a ser el cuatro del mundo. Si no, el seis.
Una posición irreal
Federer bajó muchísimo en el ranking por culpa de la lesión de rodilla del año pasado. En Australia, el último en ganar con una posición tan baja fue Tomas Johansson en 2002. Era el 18.
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