Tenis
No parece Roland Garros
La lluvia y las bajas temperaturas condicionan el juego, así como las pelotas que estrena Wilson para esta edición
Final Roland Garros | Nadal - Djokovic
Por debajo de la camiseta de Stan Wawrinka asoma una de cuello más cerrado, tipo térmica. Andy Murray juega con mallas. También Simona Halep, cuya camiseta es de manga larga. Son los nuevos estilos de este Roland Garros 2020 que no parece Roland Garros, obligado por la pandemia a cambiar sus fechas del primaveral junio a los fríos y lluviosos septiembre y octubre . Y el cambio desluce. Y afecta.
El tenis, que busca siempre el calor, y por eso la temporada va girando desde Australia, Suramérica, California y Florida hasta llegar a Europa en primavera, se encuentra de pronto en París con unas temperaturas demasiado bajas para un torneo que debe disputarse a cielo abierto. «Estamos a nueve grados, y al cuerpo le cuesta un poquito. Para ser al aire libre, estamos en una situación límite. Lloviendo casi cada día, con frío, con viento», expuso Rafael Nadal . Y ayer, primera jornada, se sucedieron los ejemplos.
La lluvia , que ya aparece un buen puñado de momentos cuando Roland Garros se celebra en su edición primaveral, multiplica su presencia en este otoño, presente ayer en la primera jornada, paralizada durante una hora en las pistas en las que no hay cobijo, como la Suzanne Lenglen. En ella jugaba Victoria Azarenka, que se negó a quedarse en el banco a esperar a que escampara . «¿Es una broma? Yo no me quedo esperando aquí. Hace ocho grados, me estoy congelando. Es ridículo», espetó al juez de silla y la supervisora. Se levantó, preguntó a su rival, Danka Kovinic, si quería quedarse y con el «no» de la montenegrina, ambas decidieron marcharse al vestuario. «Luego salimos a la pista y jugamos el partido con total normalidad», explicó después la bielorrusa, que ganó 6-1 y 6-2, ataviada con cazadora .
Es verdad que la pista central, la Philippe Chatrier, estrena por fin techo retráctil este curso. La organización verá amortizada la inversión enseguida porque las previsiones indican agua durante los próximos días. Se desplegó ayer, con todo su esplendor, pero solo sirve para eso, frenar la lluvia, no así el frío. Existen espacios abiertos por los laterales para que las condiciones se mantengan como un torneo al aire libre y no uno cerrado como París-Bercy, que se disputa en noviembre.
El techo, claro, también evitará las interrupciones de los partidos hasta el día siguiente por falta de luz. La jornada en la Chatrier, sea la hora que sea, se completará con focos .
Los jugadores, -Azarenka indicó que era un tema recurrente en los vestuarios-, también temen que el frío afecte a su salud, con más riesgo de lesiones por los cambios de temperatura , por las esperas y el sudor frío que se puede acumular en los intercambios de pista. Wawrinka no dudó en abrocharse la chaqueta del chándal durante su partido contra Murray (6-1, 6-3 y 6-2). Otros optaron por taparse con la toalla hombros, piernas y lo que hiciera falta durante el descanso en los juegos impares.
Pero esta inestabilidad en el clima también afecta al juego. La tierra batida se humedece, por lo que pesa más, cuesta más moverse, y la pelota viaja más lenta, más plomiza , con todo lo que se requiere de mayor fuerza para que vuele al otro lado de la red. Nada que ver con la soltura y viveza que coge al calor de la primavera. Con especial incidencia además porque en esta edición Roland Garros también estrena pelotas, que no ayudan demasiado a paliar las bajas temperaturas. Antes al contrario, debuta Wilson en el Grand Slam parisino, y en su primer intento por hacer una bola para tierra batida, no ha acabado de dar con la fórmula. «Me entrené en Mallorca, con calor, y ya era lenta. Aquí, con frío, es una piedra», expuso Nadal. El 2 del mundo advirtió incluso que era peligrosa para hombros y codos. «La pelota va a ser la mayor diferencia, y condicionará los resultados», asumía también Dominic Thiem , que defendió las Babolat por la rapidez de vuelo que alcanzaban. Algo que comparte, aunque no al cien por cien, Novak Djokovic . «Estoy de acuerdo en que son pesadas, pero seguramente sea porque hace mucho frío. La tierra batida también está pesada y húmeda, y las condiciones afectan a la pelota», expuso el serbio.
Debut de Nadal y Muguruza
Sea como fuere, este es el Roland Garros 2020, con todas sus circunstancias. Hoy lo estrena Nadal (cuarto turno de la Philippe Chatrier, sobre las 17.00 horas, Eurosport) . Al otro lado de la red, el bielorruso Egor Gerasimov, 83 del mundo, y contra el que nunca se ha enfrentado. Una incógnita más. También debuta Garbiñe Muguruza , contra Tamara Zidansek, en el segundo turno de la pista Simmone-Mathieu (sobre las 13.00 horas).
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