Nadal: «Mi ánimo no estaba preparado para viajar a nueva York»
El español desvela los motivos que le han llevado a renunciar al US Open y no aclara las dudas sobre el resto de la temporada
El día después de su renuncia al US Open , Rafael Nadal ofreció sus argumentos. Vino a decir lo mismo que expuso el martes en sus redes sociales, pero lo hizo con más detalle, explicando a viva voz, en una rueda de prensa con televisiones, los motivos que le han llevado a no jugar en Nueva York . En esencia, el español no ve que la situación invite a ser optimista y tampoco a desplazarse para competir en la Gran Manzana, un torneo bajo lupa y del que ya han huido varias raquetas de peso. Ninguna tan importante como la de Nadal, claro. «Mi corazón me dice que no es momento para ello», sentencia. Así de claro.
«Todo el mundo sabe lo que me gusta jugar en Nueva York, es una sensación especial y difícil de describir. Pero es un sentimiento personal después de hablar con mi gente. Mi corazón me dice que no hay que hacer estos viajes largos y preferimos estar en Mallorca, aquí la cosa parece bajo control. Respeto todas las opiniones y hay que agradecer que hayan trabajado tanto para que el torneo se celebre porque muchos jugadores necesitan volver a la competición», relata.
El número dos del mundo, que defendía corona, admite que no se siente en condiciones para competir como exige un evento de ese calibre. Es un grande, y eso implica tener los cinco sentidos completamente a tope. Nadal, en estas circunstancias, con la pandemia otra vez causando estragos, cree que no está listo y que lo más sensato es seguir en Mallorca y trabajar para cuando las cosas mejoren. En principio, la idea es jugar en Roma y en Roland Garros , pero falta por ver si el calendario, después de la suspensión de Madrid, sigue tal y como estaba programado. «No sé cómo será mi calendario en estos momentos, honestamente. Estaré preparado, para eso estoy trabajando», resumió.
Obviamente, su renuncia al US Open es noticia de impacto, el tema del que todo el mundo quiere saber. «Las grandes decisiones no se toman a la ligera. Las he consultado con la gente que tengo al lado, claro. Todas son válidas, pero hay varias cosas que he considerado. La primera, la situación sanitaria: no parece que esté del todo controlado a nivel mundial y, en este caso, he optado por quedarme aquí. Segundo, el calendario es complicado: después de muchos meses sin competir, sin prácticamente margen para pasar de dura a tierra, se me hace peligroso para mi cuerpo y también para mi futuro. Y tercero, un tema de ánimo personal: la situación está como está, mi ánimo no estaba preparado para viajar a Nueva York y competir. Si voy, es para tener todos los sentidos puestos en el torneo y hoy hubiera sido complicado con todos los protocolos que tenemos y con todo lo que está pasando en el mundo».
De todos modos, Nadal no quiere que al torneo se le infravalore por las bajas que se puedan producir. « Sigue siendo un Grand Slam . No soy tan arrogante como para decir que el torneo no va a ser grande porque no juegue. Hay jugadores importantes ahí. Será un torneo en condiciones especiales, pero es un Grand Slam y el campeón tendrá la sensación de haber ganado un Grand Slam».
Es, prácticamente, un año perdido, y no hay ni una sola lectura positiva para Nadal. A los 34 años, cada vez que menos para cerrar el libro de hazañas, y se escapa un tiempo que ya nunca volverá. « No ha sido positivo para nadie . Hemos perdido un año de nuestra vida deportiva. Y a nivel general tampoco es positivo. A nivel de felicidad, a nivel personal... hay mucha gente que está sufriendo, también en la Academia estamos haciendo grandes esfuerzos para que esto flote y para que los trabajadores mantengan su trabajo. No hubiera querido así el 2020, ni yo ni nadie. Por eso creo que no es positivo para nadie. lo haré lo mejor posible para estar preparado cuando toque. Con la máxima ilusión y la máxima profesionalidad posible. Pero no es positivo, no. Estaba en un muy buen momento de mi carrera, jugando muy bien y con opciones a todo. A nivel profesional, positivo no lo veo».
Nadal está entrenándose en tierra desde hace semanas con Carlos Moyá, pues si juega algo este curso será sobre esa superficie. «Entendí que para mi cuerpo era mejor empezar en una superficie menos agresiva para mi bienestar general. Eso no quita que no tuviera tiempo para preparar Nueva York. De todos modos, no sé si jugaré Roma y París, hay que ver cómo se reorganiza el calendario después de la suspensión de Madrid . Espero que tengamos noticias pronto y a partir de ahí tendré que tomar decisiones».
El español, que se ha sometido a varios test en estos tiempos («De momento, todo bien», indica), valoró precisamente esa cancelación del Mutua Madrid Open , otro golpe para la capital ya que las finales de la Copa Davis tampoco se celebrarán en noviembre. «Es desagradable para la ciudad, para los organizadores de un evento y otro. En el caso del torneo, la situación sanitaria dificulta mucho que se pueda organizar un evento de este calibre con jugadores de todo el mundo y muchos de ellos llegando de Nueva York. La situación en estas últimas semanas en España vuelve a no estar del todo controlada, con muchos rebrotes y nuevos contagios. Hay que tener paciencia y ver cómo evoluciona todo. Un torneo así no se organiza de un día para otro y a nivel financiero hubiera sido un destrozo jugar sin público, que es otro factor a tener en cuenta. No hubiera sido positivo para ninguna de las partes. Creo que es la decisión más sensata y coherente».
Cabe, pues, pensar en un tenis sin afición , pero a Nadal no le gusta mucho esa idea. «No soy nadie como para poder decir estas cosas, tienen que ser los profesionales o especialistas los que decidan. Hoy hay que evitar aglomeraciones para que no haya grandes contagios, me parecería insensato jugar con público. A mí, sin público, no me gusta, pero es lo más lógico y recomendable, solo faltaría».
Repite una y otra vez que trabaja como siempre para competir como siempre. Ha mantenido sus rutinas y su cuerpo, cuenta, responde bien. «A nivel deportivo, se acepta y nada más. Físicamente me he ido cuidando , creo que estoy bien y confío en estar preparado para cuando se vuelva a competir y poder dar mi máximo. A nivel de ánimos, han sido momentos difíciles y hay que ser positivos y trabajar en buscar soluciones a todos los problemas que se me van planteando. Hay que arrimar el hombro y tener capacidad de trabajo».
Al final del camino está París, su paraíso, pero no tiene tampoco un entusiasmo especial en estos momentos. « No sé si peligra Roland Garros, la verdad . La situación es complicada, en breve sabremos si peligra el torneo, si peligra para mí o si no peligra. Máxima prudencia y precaución, no sabemos lo que puede pasar y hay que estar preparados para todo».
El tenis, castigadísimo, busca salidas, pero es muy complicado encontrar un remedio para convivir con el coronavirus. « Es muy difícil crear una burbuja como la NBA en el tenis. Hay que ser imaginativos, tener una buena capacidad de análisis para sacar las cosas adelante, pero estoy convencido de que están trabajando para tener un calendario lo más positivo posible para todos».
Entre las preguntas de la prensa internacional, una le mencionó el Adria Tour organizado por Novak Djokovic , una exhibición con muy buenas intenciones promovida por el serbio, pero que derivó en muchos jugadores y familiares contagiados. «Cada uno es libre de tomar sus decisiones. Hubo errores en esos torneos en Serbia y en Croacia, pero esos errores son normales cuando te enfrentas a situaciones que no has conocido antes. Es una situación nueva para todo el mundo. Los jugadores tenemos que tomar decisiones y yo he tomado esta, pero no quiere decir que sea la válida. Son situaciones imprevisibles y veremos qué pasa en el futuro. Espero que la gente la aprenda de lo que pasó en el Adria Tour y que todos podamos continuar con nuestras vidas normales».
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