Mutua Madrid Open
Carreño: «Ahora creo más en mí»
El asturiano, que hoy debuta en Madrid tras ganar en Estoril, cuenta a ABC su evolución y acepta el reto de acercarse al top 10
De tanto escribir de él, de tanto pasarle el testigo para relevar a una generación difícilmente repetible, hubo quien pensó, al ver los resultados, que no llegaría a tanto, pues Pablo Carreño estalló más allá de los 20 . Tiene ahora 25 y ayer aterrizó en la Caja Mágica con una sonrisa de oreja a oreja, campeón el domingo en Estoril y pendiente, eso sí, de que la ingle le responda bien en su estreno ante Benoit Paire (sobre las 13.30 horas) en el Mutua Madrid Open. Además, lo hace como 18 del mundo, su mejor ranking y el tercer español en esa lista, por detrás de Rafael Nadal (5) y de Albert Ramos (17). Carreño está entre los buenos.
«Claro que miras el ranking», responde a ABC. «Al final uno juega al tenis para ver que las cosas mejoran. Y yo me marco objetivos. Te dices: “Quiero llegar al 15”. Y miras los puntos que tiene el 15 y los que tienes tú, y así sabes lo que tienes que hacer. Pero bueno, tampoco estoy pensando en qué ranking quiero tener de aquí a poco tiempo. Lo importante es tener buen nivel de juego, pero sí que es verdad que me gustaría acabar el año consolidándome entre los 20 primeros o acercarme al top 15».
Samuel López , su entrenador junto a César Fábregas, apunta incluso más allá, convencido de que puede estar en el grupo de los diez mejores del planeta. Se ha llegado al top 20 antes de lo previsto, y explica, sin querer obcecarse en el tema, que tiene condiciones de sobra para que su nombre salga en la lista del 1 al 10. « Yo sé que tiene capacidad, sé que podría . Pero son pasos que hay que ir dando, y la suerte siempre cuenta. Nivel tiene, y se lo tiene que creer. Confío en que sí, en que estará ahí. No tenemos obsesión ni nada, y si no es este año que sea el que viene».
Séptimo del año
El jugador, futbolero y muy del Sporting, matiza que dar ese salto exige una barbaridad, pero por él no será. «Hay que ser realistas y debo mejorar muchas cosas para estar ahí, aunque pueden mejorarse de aquí al final. Podría ser si continúo jugando bien y haciendo buenos resultados, pero no me voy a centrar ahora en eso». De momento, es el séptimo en la Carrera de Campeones , que ya es mucho.
Le tutela ahora un equipo que ha sido fundamental para Carreño, moldeado por Javier «Dudu» Duarte en su formación hasta que en 2015 optó por dar una vuelta de tuerca a su carrera. «La decisión de cambiar de entrenador, de buscar nuevos aires, me dio un impulso. He cambiado mentalmente, también alguna cosita en mi juego. Soy más agresivo y ahora creo más en mí mismo», desvela. Habla en comparación a su etapa adolescente, cuando era una promesa más que justificada.
El Carreño niño ganaba casi cada domingo y tuvo que entender la realidad del tenis cuando pasó a ser profesional. «La evolución no es una cosa solo nuestra. Hemos marcado unas pautas y hemos intentado recuperar ese buen jugador que fue en la época júnior. Ahí creía mucho más en él. Hemos buscado más intensidad en su entrenamiento, en el día a día. Y todo ha ido rodando bien», aporta López. «Sí, es verdad. Mi etapa de júnior no fue mal», admite Carreño. «Llegué a estar entre los diez mejores, creo que fui seis. Es una etapa diferente, aunque también juegan los mejores del mundo. En esa época iba con la confianza de poder ganar los torneos cada semana, y ahora me empiezo a demostrarme eso a mí mismo, siento que puedo estar cada semana en las rondas finales y es por lo que tengo que luchar».
En Estoril se bautizó con una alegría en tierra, tercer premio de su palmarés después de Winstom-Salem y Moscú . Ambos llegaron en pista rápida y en 2016, el curso del despegue. «Fue muy importante el año pasado porque ganó sus primeros títulos. Y este ha empezado muy bien, con mucha motivación», añade Samuel López, quien destaca la constancia y el trabajo por encima de todo. «Es un 10, no hay día que no te trabaje, nunca busca una excusa. Y eso sale a relucir en la pista».
Muy polivalente
Entre las virtudes del asturiano está su polivalencia, una obligación para el tenista de hoy en día por mucho que en España siempre haya existido la especialización en la tierra. « O eres todoterreno o eres especialista en rápida . Si lo eres solo de tierra lo tienes complicado porque cada vez hay menos torneos y la gira está muy comprimida. Hay torneos muy importantes, pero en un mes y medio o dos. Y, salvo un mes en hierba, los otros siete meses son en rápida. Eso dictamina quién está arriba o quién no. Yo me encuentro muy cómodo jugando en rápida». Su entrenador le da la razón. «Se puede adaptar a todas las superficies. Sus primeros títulos son en rápida, pero sus inicios fueron en tierra, que es donde se puede encontrar más cómodo. Otro objetivo es que lo haga también bien en hierba, donde nunca ha ganado un partido».
El futuro asume el presente y está encantado con la responsabilidad. «Es importante que los Ramos, Bautista y yo nos hagamos notar en este mundillo y darle el relevo a estos grandes jugadores como Ferrer, Verdasco o Feliciano».
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