Garbiñe Muguruza busca la paz en el Kilimanjaro

Después de otro año irregular, Garbiñe Muguruza se propuso hacerse fuerte mentalmente. También, por supuesto, añadir capacidades físicas a su cuerpo para afrontar la temporada de 2020 con energías renovadas. Así que, durante sus vacaciones, se impuso un reto cargado de dificultad y de enseñanzas como alcanzar la cima del Kilimanjaro. Y Muguruza no ha fallado.

A pesar de las dificultades: «El último día, 22 horas seguidas . Día y noche. Gracias en especial a mi guía por mantenerme despierta cuando me desplomé en el glaciar», escribió Muguruza en sus redes sociales.

La ganadora de Roland Garros en 2016 y de Wimbledon en 2017, triunfó este año en el torneo de Monterrey, pero no pudo alcanzar grandes cotas en los Grand Slams: si bien llegó a octavos en el Abierto de Australia y en Roland Garros, perdió en primera ronda en Wimbledon y el US Open. Fue después de esta derrota cuando decidió dejar de trabajar con Sam Sumyk.

Y en la búsqueda de nuevos horizontes, la tenista ha decidido reencontrarse consigo misma en un reto de altura: Kilimanjaro conquistado.