Kvitova se impone a Muguruza en la final de Doha

Y son 28 títulos para Petra Kvitova . Una tenista férrea y combativa que ha ganado al menos un trofeo desde el año 2011 sin interrupción. Ha vuelto con fuerza después de aquella lesión en la mano y que a punto estuvo de acabar con su carrera. De ahí que todo lo que sume en este tiempo añadido desde aquella agresión sufrida en su propia casa es más que bienvenido. En la pista ha recuperado esa ambición que siempre ha llevado a cuestas y que le ha valido para levantar dos Grand Slams (Wimbledon 2011 y 2014) y ser finalista en el Abierto de Australia de 2019. Y en Doha ya son dos títulos , después del que conquistó en 2018. Por curiosidad, ante la misma rival, una Garbiñe Muguruza, que no tuvo su mejor día (6-2 y 6-1).

Nada que ver aquella final de 2018 a tres sets disputadísimos con la de esta edición. Porque Muguruza, que llegaba fresca después de pasar la ronda de semifinales sin jugar por la lesión en la espalda de Victoria Azarenka, no encontró la convicción ni la regularidad de los que ha hecho gala en este 2021. Tuvo dos bolas de break en el cuarto juego que no convirtió y, a partir de ahí, el partido se puso muy cuesta arriba para ella porque no conseguía atar los puntos, los golpes ni desbaratar la defensa tremenda de la checa .

Mientras la española no encontró grietas en una Kvitova que lo defendió todo desde el fondo, la checa sí halló la manera de desestabilizar la fortaleza y el ataque de Muguruza. Dejó que esta atacara y atacara y siempre devolvió una pelota de más hasta que era la española quien se estrellara en la red o fuera de las líneas. A pesar de intentar jugar ofensiva, no hay otra manera de desestabilizar a la checa, a Muguruza se le fueron acumulando los errores, las opciones de break no convertidos , y la frustración fue en aumento.

Al otro lado, gritos de rabia que la checa enviaba al cielo cada vez que superaba un momento de peligro. Muguruza supo poner contra las cuerdas Muguruza a su rival, pero Kvitova se levantaba una y otra vez , deshaciéndose de la red y devolviéndosela en forma de dudas a su oponente.

No consiguió Muguruza despertar, centrarse de nuevo. Solo un atisbo de encontrar la senda que la había llevado hasta allí al inicio del segundo set. Break por fin. Pero se diluyó pronto, con dos dobles faltas en su turno de saque, con las que Kvitova pudo igualar el marcador. Y sin otra manera de afrontar el vendaval checo, los juegos fueron cayendo uno tras otro.

Aún obligó la española a un mayor esfuerzo final a Kvitova, ya con 5-1 y saque, porque levantó dos bolas de partido. Pero el viento, un grito desafortunado por parte de la grada y un día gris en el que poco salía bien acabaron por señalar a Kvitova como campeona en Doha.

La sequía de títulos en Muguruza se extiende casi 700 días, desde el torneo de Monterrey. Pero ya son dos finales en este 2021 y unos octavos de final muy reñidos y con dos bolas de victoria en el Abierto de Australia contra Naomi Osaka, campeona a la postre.