Pequeño susto para Djokovic en su estreno

Se enreda Novak Djokovic en un instante y en hierba se paga con muchísimo castigo. Pierde el segundo set el serbio ante el surcoreano Soonwoo Kwon y la pista central de Wimbledon se sorprende. Apenas es un susto, porque el campeón de las tres últimas ediciones enseguida desenreda el lío y encauza los dos siguientes sets para llevarse la primera victoria tras dos horas y 27 minutos (6-3, 3-6, 6-3 y 6-4).

Es un aviso. Es hierba. Esta superficie traicionera en la que la pelota no siempre responde como quieres. El propio Rafael Nadal lo decía, es la superficie en la que tienes menos certezas , aunque te llames Djokovic. Sin embargo, el serbio ya está en segunda ronda, despejados los nervios del estreno y de esa sensación de que no había llegado con la preparación suficiente. Tampoco le importaba, decía en la previa. Otras ocasiones había llegado sin más partidos que los de los entrenamientos y había conquistado el título. De hecho, Djokovic es, con Agassi y Stich, de los únicos tres jugadores cuyo primer título en hierba fue la Copa de Londres.

Por eso en su banquillo, con Goran Ivanisevic a la cabeza, se observaba el partido con seriedad, pero sin aparente preocupación. El primer servicio del serbio fue aplastante: 86 % de puntos con ese golpe, quince aces. Y aunque dudó en la segunda manga, el repertorio pudo más que el ímpetu del surcoreano. Hubo reveses cortados y golpes planos con la derecha , un 50 % de oportunidades de break convertidas, 29 errores (tres más que su rival) y 31 golpes ganadores (los mismos que su rival); y más pruebas para las que Kwon fue un gran aliado pues devolvía todo con buenas maneras y con un estilo parecido. Y, además, obligó al serbio a subir un poco el listón cuando ya el primer set parecía ser el reflejo del resto del partido.

Es la victoria número 80 del serbio en el Grand Slam de Wimbledon. Y la 22 consecutiva, después de triunfar en 2018, 2019 y 2021. Su siguiente rival saldrá del partido que enfrente a Thanasi Kokkinakis y Kamil Majchrzak.

Que Wimbledon es el torneo de las sorpresas, sobre todo en las primeras rondas, lo escenificó Alejandro Davidovich , que apeó a Hubert Hurkacz, séptimo cabeza de serie, en un partidazo que se alargó a los cinco sets y a las tres horas y media. El español, que no es un cualquiera, finalista ya en el Masters 1.000 de Montecarlo, sigue creciendo hacia las alturas con este brillante victoria (7-6 (4), 6-4, 5-7, 6-2 y 7-6 (8)).