Dani Rincón: «Ha habido júniors muy buenos que luego no han llegado; ahora es cuando la cosa se pone difícil»

Aunque sea en categoría júnior, ser campeón del US Open suena bien.

Es un torneo con bastante nombre, la verdad. Significa mucho para mí ganarlo, estoy muy contento. Pero sé que no tengo nada hecho y tengo que seguir trabajando como cada día.

Debe imponer ver su nombre entre tantos jugadores ilustres.

Significa mucho porque es un torneo que veía desde pequeño, desde que empecé a ver el tenis. Cuando empecé a jugar también me fijaba en los torneos júnior y verme en la lista, con esos jugadores, es algo importante.

También es verdad que hay muchos nombres que luego se perdieron por el camino, es muy complicado dar el salto de la categoría a la élite.

Ahora mismo estoy muy bien posicionado en el ranking júnior, haciendo buenos torneos, pero lo que se hace en el júnior no quiere decir nada con vistas al tenis profesional. Hay un largo camino y ahora viene la parte importante y difícil de verdad, donde hay que esforzarse más todavía. Ahora es cuando las cosas se ponen difíciles de verdad.

¿Necesita que le frenen o tiene los pies en el suelo?

Siempre me lo han dicho mis padres o entrenadores. Siempre me han dicho que podría ser que las cosas fueran muy bien, pero que luego eso no significa nada porque hay que seguir trabajando. Ha habido gente muy buena en júnior, números uno con varios Grand Slams, y luego no han llegado, así que paciencia. Y también ha habido gente que no despuntaba y luego han llegado a ser de los mejores del mundo en profesional. Lo dicho, esto en verdad no quiere decir nada. Es una motivación muy grande, pero tengo que seguir.

A Nueva York fue por los pelos, tenía el menisco dañado.

Sí. Me dijeron que tenía el menisco roto hace un mes y medio o dos meses, que no podría jugar hasta final de septiembre. Pero yo pedí que me dieran una oportunidad y al final he tenido la suerte de que se ha dado bien, hemos trabajado en la línea correcta y he podido llegar en condiciones.

Se habla de usted, sale en los periódicos, hace entrevistas como esta... ¿Cómo lo lleva?

Es algo extraño para mí, nunca había recibido tanta atención. Mucha gente llamando, mucha gente felicitando... Estoy muy agradecido, pero es verdad que es todo como muy grande para mí. No me esperaba esto y tengo que centrarme en seguir entrenándome, es lo que me va a poner los pies en la tierra de nuevo.

Desde hace años se habla del vacío al que se expone el tenis cuando no esté la generación que ha liderado Nadal. Pero Alcaraz ha roto, usted se lleva el júnior, Ane Mintegi ganó en Wimbledon... ¿Hay motivos para ilusionarse con el futuro?

Siempre ha habido el miedo a qué pasará después de Nadal, pero como él no habrá otro igual. Sin embargo, hay una generación muy buena de chicos. Carlos (Alcaraz) es el mejor con mucha diferencia, pero otros estamos por detrás haciéndolo más o menos bien. Si seguimos en esta línea, puede ser que en unos años el tenis español siga en lo más alto.

Se entrena a menudo con Nadal. ¿Le da consejos? ¿Le pregunta?

Sí, he tenido la suerte de poder hacerlo varias veces. Le tengo un respeto total y al principio me daba vergüenza hasta decirle hola, pero es una persona muy cercana y me ha intentado ayudar mucho. Me da consejos y estoy totalmente agradecido por su apoyo.

Hablaba de Alcaraz. ¿Qué opinión le merece lo que está haciendo?

Es muy buen amigo. Es increíble lo que está haciendo. Es complicado de creer que una persona con la que he estado tan cerca durante tantos años esté tan lejos y compitiendo con los más grandes. Ha trabajado muy duro y tiene un gran talento. Se quedará mucho tiempo ahí arriba.

¿Cómo se definiría como tenista?

Soy un poco distinto al tenista español. Me gustan más las pistas rápidas. Lo que mejor hago es sacar y busco ir a la red lo antes posible. De fondo tengo golpes equilibrados, tampoco tiro muy fuerte ni con mucho peso, pero intento quitar un poco de espacio y meterme en la red. Juego más de dura.

¿Y ahora, qué pasos tiene que dar?

Primero, entrenar, esa es la principal preparación. El camino es seguir jugando el circuito ITF de 15.000 y 25.000 y si se da bien dar el salto al Challenger antes del circuito ATP. Es complicado.

Implica sacrificio, algo de lo que, según se ha dicho, no abunda entre los jóvenes de ahora. ¿Está de acuerdo?

Estando en la academia de Rafa, que es el principal ejemplo de sacrificio y entrega... Es uno de los principales valores que nos inculcan aquí.