Mutua Madrid Open

Bertens conquista Madrid

La holandesa desactiva la estrategia de Halep y levanta el trofeo del Mutua Madrid Open (6-4 y 6-4)

Kiki Bertens AFP

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Kiki Bertens se cobra la revancha en el Mutua Madrid Open . Impecable finalista el año pasado en un partido que se llevó Petra Kvitova, afianza su superioridad en tierra con el título en Madrid después de deshacerse de Simona Halep en una hora y 27 minutos de espectáculo (6-4 y 6-4). La holandesa suma su noveno título, sexto en arena, y frena a la rumana en su ascenso al número 1.

Con una Caja Mágica a medio gas, que fue ganando adeptos, Bertens y Halep ofrecían desde el inicio sus cartas: ninguna iba a ceder un solo milímetro a la rival, asentadas ambas en la línea de fondo, más experiencia la 3 del mundo, algo más nerviosa la siete, igual de peligrosos sus golpes. Pero Bertens, finalista el año pasado, tenía algo más, siempre, en cada intercambio : un paso más para defender, un revés cortado más para defender, un pulso más para pensar.

Mientras Halep alargaba el golpe envuelto en efecto, Bertens atizaba en seco, sin contemplaciones, con menos ángulos pero más contundencia. Solo en el servicio tembló en un primer set con alternativas , dejando espacio para que Halep se creciera con esas derechas que limpian líneas y rompen estrategias. Pero era Bertens, rabia despejada en un chut a la grada, la que impuso el ritmo y el carácter: aprisionar a la rival al fondo con bolas larguísimas y altas, un martirio para la rumana. Brazos abiertos y golpes al muslo, que desaprovechó un tempranero break y cedió demasiado terreno con su servicio. Los dos últimos turnos los cedió con solo un punto en cada uno.

Porque cuando la rumana afilaba el revés, ahí estaba Bertens, 182 centímetros y puro músculo ; o cuando le buscaba la derecha, la holandesa, que olvida la timidez cuando coge la raqueta, mostró un tono implacable. Aunque cedió su servicio en dos ocasiones en el primer set, su temperamento la hizo cerrar el puño para voltear la situación, para encadenar tres juegos consecutivos en una mezcla, esta vez efectiva, de servicios a 170 kilómetros por hora , derechas a la línea de fondo, piernas veloces en la defensa y muñeca sutil para apuntillar a Halep en la red.

La irregularidad con los saques se mantuvo en el comienzo del segundo set. Pero ante los enfados de la número 3 del mundo, se encendía Bertens, envalentonada en la Caja Mágica, crecida para subir a la red , confiada en arriesgar a las líneas. Recuperado el break de desventaja en el cuarto juego, se aprovechó de que a Halep solo le podría funcionar la potencia. La séptima raqueta de la WTA cerró la cuenta de errores no forzados y esperó que el riesgo que debía tomar su rival le beneficiara.

No es baladí que la holandesa tenga seis títulos en tierra batida de los nueve que suma en su vitrina. Se movió de maravilla en el fondo, para volcarse sobre la pelota al atacar, para responder todos los latigazos que, desatados ante la urgencia, efectuaba Halep .

Una y otra vez, la rumana, de nuevo jugando como local por el apoyo del público, tenía que ganarse el punto. Una derecha paralela, otra cruzada, un revés cruzado, otro paralelo. Buenísimos, impolutos, pero todavía así, Bertens respondía . Con un buen repertorio de reveses cortados, dejadas y piernas para volar. También el saque le tembló, en una ocasión, solo una. Un solo resbalón que suplió después con creces, sonrisa en su rostro, alegría en su juego, por fin consciente de que estaba mucho más cerca del premio y más hundida su rival.

No obstante, la rumana peleó hasta los límites. Perdió un punto absurdo porque una derecha de la holandesa, que iba fuera, impactó en su cuerpo y fue la gota de su rabia: golpes a la raqueta, gritos, desesperación. Halep, campeona dos veces en Madrid, se fue no sin antes dejar buena muestra de su garra: levantó dos bolas de partido . Pero a la tercera, con una Bertens por fin confiada en su saque, lanzó un último latigazo que no encontró respuesta. Halep hincó la rodilla: sin título en Madrid y sin número uno. Bertens se llevó las manos a la cabeza, como si no se lo creyera. Pero sí, es la campeona del Mutua Madrid Open, por convicción, por tenis, por venganza.

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