ATP
El año de Bautista
Después de ganar en Sofía se convierte, junto a Djokovic, en el único tenista con dos títulos en 2016

Las alegrías, este año, llevan el nombre de Roberto Bautista , el español más regular de este 2016 que anticipa pocos cambios en las alturas. En Sofía, y sin hacer ruido ( 6-3 y 6-4 en la final a Viktor Troicki ), el castellonense estrena palmarés en el torneo búlgaro y le da continuidad a un excelente inicio de temporada, disparado con dos trofeos en la mochila que le equiparan a Novak Djokovic. Es cierto que el serbio ya tiene un Grand Slam y ese evento son palabras mayores, pero son l os únicos que han repetido en lo que va de curso . Bautista, definitivamente, es una realidad.
Hay que dejar claro que este jugador, versátil y polivalente, tiene poco de heredero y de relevo ya que cuenta 27 años (cumplirá 28 en abril) y lleva tiempo en la pelea. Sin embargo, ha tenido un despertar tardío y ahora anima el circuito porque por fin compite sin complejos ante las mejores raquetas del vestuario. Hace unas semanas brilló en Auckland (Nueva Zelanda) y ahora se corona en Sofía, dos festejos en cemento que le aúpan en la lista de la ATP. Hoy, cuando se actualice la clasificación, será el 17 del mundo y no es descabellado pensar en que puede entrar en el top 10. Defiende pocos puntos y está en un estado extraordinario.
«Estoy muy contento con mi juego, con este trofeo y en general con estos momentos que tenísticamente estoy viviendo. Es producto, sin duda, del trabajo diario, de ir paso a paso. Estoy disfrutando en la pista y compitiendo a gran nivel », resume el protagonista, que ahora participará en Rotterdam.
Bautista, que jugó en las categorías inferiores del Villarreal y se hartaba a marcar goles, se ha destapado como un jugador con una tremenda capacidad para adaptarse a las circunstancias. Con este ilusionante estreno de 2016, ya tiene cuatro títulos en su carrera y puede presumir de haber vencido en todas las superficies. Tiene foto en la hierba de Hertogenbosch (2014), también en la tierra de Stuttgart (2014) y esta temporada se la hizo al aire libre en el cemento de Auckland y ahora en el de Sofía, aunque esta vez en pista cubierta. «Pocos pueden decirlo», comenta orgulloso.
Hay motivos para ilusionarse después de presentar una hoja de servicios sin apenas tachones. Lleva doce partidos ganados y dos derrotas , una en Chennai y la otra en los octavos de Australia ante Berdych en cinco sets. De momento, ya se ha ganado el respeto de todos. Es el premio al trabajo.