Tenis
Arde Cincinnati: Medvedev patea una cámara y Zverev explota contra Tsitsipas y su padre
Zverev y Rublev salieron victoriosos de las semifinales y se medirán esta noche para llevarse el trofeo estadounidense
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Pese a que las lesiones de Nadal y Federer han bajado el caché de la gira norteamericana, la nueva generación de tenistas, volcánicos en juego y mente, ha levantado toda una polvareda la pasada madrugada en el Masters 1000 de Cincinnati , última parada antes del gran US Open. Las semifinales Rublev-Medvedev y Zverev-Tsitsipas , además de un alto nivel de juego, mostraron la otra cara de la raqueta, la de las malas caras y los reproches entre punto y punto. Tras sendas batallas, serán Rublev y Zverev quienes luchen por llevarse el trofeo estadounidense esta misma noche (22.30 horas).
Medvedev gives one back to the camera. #CincyTennis pic.twitter.com/73oX010ysf
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Fue el duelo fratricida entre los rusos Rublev y Medvedev el que abrió las hostilidades. El primero se impuso a su compatriota con remontada y suficiente autoridad (6-2, 3-6, 3-6) para que el segundo perdiese los papeles a medida que su tiempo en el torneo se agotaba. En el tercer juego, Medvedev, totalmente superado por Rublev, pagó toda su frustración pateando una de las cámaras del recinto después de estrellarse contra ella cuando intentaba llegar a una bola. El eslavo necesitó atención médica en su mano izquierda tras el golpe con la máquina, que acabó por los suelos.
It's getting *tense* out there...#CincyTennis pic.twitter.com/ACPlGMM6Rn
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La otra semifinal, la que enfrentó al griego Tsitspas y al alemán Zverev, dos de los chicos de oro del circuito, tampoco estuvo exenta de polémica. El germano se impuso finalmente al heleno (6-4, 3-6, 7-6) aunque por el camino los roces fueron evidentes. Zverev acusó a su rival de conducta poco deportiva después de que Tsitsipas abandonara la pista durante 10 minutos tras perder el primer set. Tampoco se libró el padre y entrenador de Stéfanos, que mientras su hijo se recluía en el vestuario este se puso a mandar mensajes con el móvil como si nada pasase. «Se lleva todas sus cosas y su padre con el móvil. Esto ya pasó en París y pasará en todos los torneos que juegue», se quejó al juez de silla el alemán.