Open de Australia

Mágico, único

Anabel Medina, capitana del equipo español de Copa Billie Jean King, analiza para ABC la proeza de Rafael Nadal, campeón en Australia y líder en solitario con 21 Grand Slams

Anabel Medina

Este partido, esta final, este Abierto de Australia es una demostración de lo que ha sido Rafael Nadal durante toda su carrera: nunca baja la cabeza, dos sets a cero, incluso habiendo tenido set point en el segundo. Sigue intentándolo hasta el final y al final tiene la recompensa de, no solo ganar un Grand Slam, sino ponerse en estos momentos como el mejor de la historia.

Es complicado de explicar que haya sido capaz de ganar 21 Grand Slams. Históricamente es algo que nunca se había visto antes, y ya no solo el hecho de ganar 21, sino que haya tres tenistas jugando en una misma época que hayan ganado 20 cada uno. El hecho de ganar 21 es una auténtica barbaridad, al alcance de muy poca gente -solo Steffi Graf (22), Serena Williams (23) y Margaret Court (24) están por delante- y creo que no lo volveremos a ver nunca.

Este Grand Slam demuestra toda la capacidad que tiene Rafael Nadal mental, física, de ambición, de amor por lo que hace. Porque para ganar 21 Grand Slams tienes que estar al más alto nivel durante muchísimo tiempo y tener una ambición ilimitada. Nadal lo ha demostrado y más en este torneo que llegaba en las circunstancias en las que llegaba.

Por encima de todo la ambición que tiene. Es un jugador hipermegacompetitivo. Cada vez que hace algo le gusta hacerlo al cien por cien. Y a ser posible ganar en todo lo que hace. Lo hemos visto muchas veces jugando al golf o al parchís. Todo lo que hace le gusta ser el mejor. Y eso lo traspasa a cada partido que juega. Cuando entra en una pista de tenis pelea por dar su mejor versión y hasta la última pelota y esto hace que sea competitivo en cualquier momento. Aquí lo ha vuelto a demostrar. Ha estado seis meses sin competir, con una lesión de pie muy gorda, e incluso pasando el coronavirus una semana antes de viajar a Australia. Llega a Australia y consigue esto.

Es muy complicado de explicar la capacidad que tiene de superarse cada vez. De llegar siempre a su mejor versión y de estar siempre arriba.

Llegar a los 24 de Margaret Court son palabras mayores, sobre todo porque ya entra en una edad avanzada para el tenis. Pero, y aunque es cierto que parece que no, pero está lejos, yo no descartaría nada, porque ahora está a la vuelta de la esquina Roland Garros. Y aún así son muchos para la edad en la que entra en estos momentos.

Lo que han hecho Nadal, Federer y Djokovic es algo que nunca más volveremos a ver. El hecho de que hayan ganado 61 Grand Slams significa que han estado durante 10-15 años ganándolo casi todo. Solo Wawrinka (3), Cilic (1), Thiem (1), Medvedev (1), Murray (4), Del Potro (1) pudieron llevarse alguno. Conseguir esa regularidad y durante tanto tiempo lo veo muy improbable que se vuelva a repetir. Las circunstancias han cambiado y, con todo el respeto, los jugadores que llegan son muy muy buenos, pero estar a la altura que han estado Rafa, Novak y Roger en este tiempo no es nada sencillo.

También es difícil que se vuelvan a repetir estos carismas que tienen los tres. Cada uno tiene su personalidad y su forma de ser que los ha hecho especiales. Se habla de cómo va a sufrir el tenis masculino cuando ellos no estén, pero en este Abierto de Australia no han estado Federer por lesión ni Djokovic porque no pudo participar y ha sido un torneazo. Es un relevo inevitable, natural. Y cuando esto suceda siento que hay grandes jugadores que son espectaculares: Medvedev, Tsitsipas, Zverev… Son grandísimos jugadores y hay un relevo bonito, pero alcanzar lo que han hecho ellos y tener su mismo carisma es complicado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación