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Nadal, a por su quinto título
El balear, colosal en su duelo ante Berdych, tratará de revalidar hoy su corona frente a Murray, que confirmó ante Nishikori su evolución en la tierra
No se repetirá la final del año pasado. Andy Murray se la arrebató a Kei Nishikori en un partido en el que el juego del japonés apenas logró un par de destellos. Enfrente, el ídolo local, Rafa Nadal, que llega intratable tras el excelente nivel desplegado en la semifinal ante Tomas Berdych. La balanza de los cara a cara entre ambos se inclina a favor del vigente campeón del torneo, pues de las veinte ocasiones que coincidieron a cada lado de la red, Nadal solo cedió cinco. Quince victorias que le animan para hoy hoy en una finalísima de nivel entre el número tres y el cuatro de la ATP.
El balear necesitaba a su gente. Necesitaba al Mutua Madrid Open y la afición recogió el mensaje. El público se entregó con el de Manacor y él respondió con sus mejores golpes . Nada tuvieron que ver en su progresión la altura de la capital española ni rescatar su antigua raqueta. Nadal solo quería jugar en casa sobre seguro y recuperar la confianza en sí mismo. Las sensaciones del balear no eran buenas antes del torneo, después de su irregular inicio de temporada y una participación en Barcelona que cuestionaba su estado. Pero como dijo ayer, «en tenis todo cambia rápido».
Debutó en la Caja Mágica con una victoria rutinaria, pero su juego mejoró a medida que sus rivales lo hacían. Y, con cada triunfo, crecía su confianza. En la semifinal disputada ayer, Nadal se volvía a ver las caras con Tomas Berdych, su verdugo en el Abierto de Australia, y quería revancha. El partido en la central prometía un duelo de alto nivel y el juego de ambos no decepcionó. Comenzó con un set cerrado, en el que el checo exigió al máximo al anfitrión. Ambas raquetas se mostraban sólidas en sus servicios y, a pesar de que es precisamente el potente saque la mejor baza de Berdych, Nadal lo contuvo y aprovechó sus drives para incomodar a un rival obligado a moverse a lo ancho de la pista. Se impuso el balear en el tie break de manera espectacular y rompió la dinámica del partido. Berdych se rindió ante un Rafa crecido.
Confianza, la clave
La agresividad de su juego, su determinación y movilidad recordaron al mejor Nadal, ése que con 14 grandes hace peligrar el dominio en el palmarés de majors de Roger Federer. Ha vuelto el vigente campeón del torneo, ése que ya ganó cuatro veces el título del Masters 1.000 de Madrid y que peleará hoy por hacerse con el trofeo Ion Tiriac –pasaría a ser de su propiedad–. Un anfitrión al que su público hizo la ola. Un Rafa Nadal superlativo que hoy se mide a Murray.
Defensa y ataque. Escocia y Japón. El partido de la semifinal del otro lado del cuadro tampoco defraudó. Un encuentro entre dos cabezas de serie que mantuvo el nombre del finalista en vilo hasta el último momento pese a la ventaja que logró Murray en la primera manga. Nishikori despegó al comienzo del choque, ágil y rápido, capaz de llegar a cada bola, pero su lucha no volvió a aparecer hasta el segundo set. La contención de Murray y sus servicios frenaron al nipón. La depurada técnica del británico le permitió desplegar un juego variado, alternando potentes golpes y dejadas que terminaron por sacar del partido al asiático, apartado finalmente de la lucha por un título que llegó a rozar el año pasado. Todo ello sobre arcilla, una superficie en la que, en principio, Murray no es tan fuerte. Pero viene de estrenar su particular palmarés en el polvo de ladrillo de Múnich y quiere más. Confiado, el escocés neutralizó la velocidad y juego de pies de Nishikori y le derrotó en un partido que le garantizaba el pase a la final de la Caja Mágica. Una final en la que le espera Nadal, el vigente campeón del torneo, pletórico y con ganas de morder de nuevo un trofeo que ya conoce. Madrid es un bálsamo para él.
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