Copa Davis

La reinvención de Federer

Después de un 2013 decepcionante, Federer cambió muchos aspectos y este año lo termina con cinco títulos y la ansiada Copa Davis

La reinvención de Federer AFP

Enrique Yunta

Roger Federer asumió que la situación no era la apropiada, consciente de que necesitaba un cambio de rumbo. Terminó 2013 lejísimos de la cima y con unas cifras impropias de su leyenda, sexto en la lista de la ATP y con un balance de 45 victorias y 17 derrotas. Sólo ganó un título menor (Halle) y protagonizó patinazos sonrojantes, justificado el murmullo. Pero no es un tenista de rendirse por mucho que vaya sumando años y a los 33 vuelve a exhibir un nivel altísimo, más feliz que nadie con su Copa Davis. Por fin la tiene .

Cuando se adentró en la oscuridad, el genio suizo decidió cambiar a la desesperada. Modificó su calendario y le dio el valor que merece a la pretemporada, descartadas las exhibiciones del pasado que al final acabaron por castigar a su cuerpo. Con problemas en la espalda, que volvieron justo antes de la final de la Copa de Maestros y le impidieron participar , se cuidó un poco más si cabe y los resultados están a la vista.

Además, Federer cambió de raqueta y se entregó a Stefan Edberg, una mezcla de la que sólo se podía esperar algo bueno. El suizo mejoró aún más en la red y encontró más recursos en un tenis ya de por sí fantástico. Lo más importante es que volvió a competir como antes, aunque no haya sumado ningún grande. Eso sí, rozó otra vez Wimbledon y se le escurrió de las manos en el quinto set ante Novak Djokovic.

Como objetivo prioritario, Federer se marcó la Copa Davis y más al ver que Serbia y España perdían poder con las ausencias de Djokovic y Nadal. Era el único gran trofeo que faltaba en su palmarés y llegó después de una notable final ante Francia, impulsado el conjunto suizo en buena parte por Stanislas Wawrinka.

Federer se sobrepuso a un viernes muy malo, sin tiempo de adaptación a la tierra batida de Lille y con la amenaza de la espalda. Fue claramente superado por Gael Monfils, pero quiso resarcirse el sábado y disputó el punto de dobles junto a Wawrinka . Los helvéticos brillaron ante el tándem Benneteau-Gasquet y llegaron al domingo con un 2-1 casi definitivo . Federer no perdonó.

En el triunfo más emotivo, regaló una exhibición que puso en pie incluso al público francés, sensacional de principio a fin. Acabó de rodillas, con la cara empapada en lágrimas, regalando abrazos a todo su equipo. Tenía la foto que le faltaba, el premio a un veterano que vive con la ilusión del primer día . De ahí que haya sumado cinco títulos (además de la Ensaladera), sea el actual dos del mundo y el tenista con más partidos de 2014 (87).

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